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22 de abril de 2012

Análisis del libro desde la biología hasta la psicología de Maturana

Este trabajo intenta presentar las más importantes contribuciones de Humberto Maturana R. al campo de la psicología, en un esfuerzo de revelarlas directamente. La principal conclusión es que Maturana expande el entendimiento de lo humano y la terapia a través de revelar la biología del observador. Palabras clave: sistémico, autopoiesis, determinismo estructural, lenguaje, emocionar. La psicología contemporánea aún parece estar muy influenciada por los paradigmas empiristas que aceptan una realidad única y universal que es igual para todos y cada uno, y que existe independientemente del observar del observador. De acuerdo a esta manera de pensar, las habilidades cognoscitivas de un organismo son esencialmente pasivas, respondiendo a un orden externo en el que el significado de las cosas ha sido previa y objetivamente definido. En esta mirada, la mente humana evoluciona como un receptor pasivo del orden externo, que la determinará casi en su totalidad (Guidano, 1991 a; Ruiz, 1992). La rígida simplicidad de esta posición, sin embargo, ha entrado a un profunda crisis en los últimos 20 años. Como resultado del quiebre de este paradigma empirista, estamos actualmente atestiguando la convergencia interdisciplinaria desde la cual se está abriendo un espacio hacia una perspectiva completamente diferente: la de las ciencias de la complejidad (Guidano, 1991a; Mahoney, 1991) por un lado, y la biología del conocimiento(Maturana, 1987), por el otro. En la medida que estas perspectivas alternativas consideran a los organismos vivos en términos de su complejidad, podemos notar desde el mero comienzo un énfasis tanto en su autodeterminación, como en su curso abierto y plástico de evolución y desarrollo (Guidano, 1991a). El elemento básico en esta perspectiva es un cambio en las nociones de realidad y del observador. Esto a llevado a un cambio radical en el ver a la relación observador/observado, en la que el tener acceso a una realidad única e independiente aparte del observador ya no es aceptada, mientras que se adopta la posición contraria de aceptar tantas realidades como formas de vivir emerjan de cada ser (Guidano, 1991b; Ruiz, 1992), o tantas realidades como dominios de explicaciones el observador pueda proponer (Maturana, 1987). La contribución de Humberto Maturana R. a las ciencias de la complejidad es reconocida asicomo también su influencia en el pensamiento y la investigación de muchos científicos relacionados con ellas (Mahoney, 1991). Cuando hacia el final de su vida le preguntaron a Bateson sobre quién más podría continuar el estudio de la ‘Creatura’, él contestó que "el centro para este estudio está ahora en Santiago, Chile, bajo un hombre llamado Maturana" (citado en Dell, 1985, p. 5). En la misma vena, teóricos y psicoterapeutas tales como Guidano (1991b) y Arciero (1989), al referirse a la visión de Maturana, hablan de la "Escuela Chilena". La contribución de la teoría de Maturana a la psicoterapia es completamente reconocida. De hecho, él es frecuentemente invitado a las conferencias de psicoterapia en Chile y en el extranjero. Además, su contribución es llevada a la práctica directamente a través de sus enseñanzas en los programas de entrenamiento para psicoterapeutas en varias instituciones en Chile. El propósito de este artículo es el de discutir algunos de los aspectos más importantes de la contribución de Maturana en relación con la psicología y la psicoterapia. LA TEORÍA BIOLÓGICA DEL CONOCIMIENTO COMO UN SISTEMA UNITARIO EXPLICATIVO DE LA VIDA Tal y como lo mencionamos antes, una convergencia interdisciplinaria ha llevado a cambios epistemológicos en la relación observador/observado. La contribución de Maturana a esta nueva proposición epistemológica es fundamental. El es, junto con Lorenz (1973), uno de los primeros científicos de la biología que propusieron que el conocer es un fenómeno biológico que puede solamente ser estudiado y conocido como tal, y que ha desarrollado una completa teoría biológica consistente con esta mirada. Además, él propone que la misma vida debe ser entendida como un proceso de conocimiento, en la realización del vivir en congruencia con el medio. El trabajo de Maturana puede ser, por lo tanto, caracterizado como un sistema explicativo ontológico unitario de la vida y de la experiencia humana. Es ontológico porque visualiza a la experiencia humana desde un punto de vista situado dentro de las condiciones de constitución de lo humano y no desde una posición externa, y es explicativo porque propone una mirada de la dinámica de relaciones que genera los fenómenos del conocimiento. En la medida que su entendimiento de los sistemas biológicos va emergiendo, el enfoque de Maturana nos lleva a reflexionar sobre la condiciones que nos permiten el explicar todo lo que ocurre en la vida como fenómeno del vivir. Desde este punto de vista, la psicología es parte de la biología ya que los fenómenos que ella estudia ocurren en el proceso del vivir de los seres humanos. Al mismo tiempo, Maturana reconoce que la psicología tiene su propio dominio, como el dominio de estudio de la dinámica de relaciones e interacciones que ocurren entre organismos completos, y él no intenta un enfoque reduccionista. (Maturana, 1995). En el pensamiento de Maturana, la mente es un fenómeno que pertenece a la dinámica relacional del organismo. En su mirada, la mente, como un fenómeno relacional, surge en la relación entre organismos y el medio de la misma manera que el caminar surge desde un movimiento de las piernas en relación con el suelo o como un desplazamiento del cuerpo. Maturana también sostiene que debido a que el sistema nervioso cambia a lo largo del crecimiento del niño (y durante toda la vida de la persona) en una manera contingente a su vivir en el lenguaje, la conducta lenguajeante es generada aún y cuando estamos solos. El también sostiene que es posible y así es como pasa, que en nuestra soledad humana podemos tener experiencias que podemos distinguir como experiencias mentales porque ellas tienen sentido en nuestro dominio de relaciones como seres lenguajeantes. Esta forma de ver a la mente, y la manera general de pensar de Maturana, tiene consecuencias incalculables para la psicoterapia. Para empezar, cualquier cambio que surja en los sistemas humanos por la intervención de un psicoterapeuta tiene que ser siempre entendido como una reorganización de la experiencia del paciente determinada por el mismo paciente, y no por el terapeuta. Así, el terapeuta, puede sólo generar perturbaciones en el paciente que pueden gatillar su reorganización mental, pero nunca especificarla. Dicho directamente, el terapeuta sólo puede gatillar, pero o especificar lo que pasa en el paciente. CONSIDERACIONES BIOLÓGICAS De acuerdo a Maturana (1995), hay una recursión siempre que el observador puede afirmar que la reaplicación de una operación ocurre como consecuencia de su aplicación previa. Hay una repetición siempre que un observador pueda afirmar que una operación dada es realizada de nuevo independientemente de las consecuencias de su previa realización. Por lo tanto, lo que hace recursión o repetición a una operación recurrente dada, es su manera de asociación con algunos otros procesos. Una consecuencia de esta condición es que cualquier proceso circular puede ser recursivo o repetitivo de acuerdo a su asociación con otro proceso en el mismo o en otro domino diferente. Otra consecuencia es que siempre que el observador vea una repetición, él o ella ve que todo permanece igual, y siempre que el observador ve una recursión, él o ella ve la aparición de un nuevo dominio fenoménico. Maturana clarifica estas distinciones por medio de un ejemplo: Si las ruedas de una carro giran patinando, el carro no se mueve, se mantiene en el mismo lugar, y el observador ve el giro de la ruedas como repetitivo. Sin embargo, si las ruedas de una carro giran de tal manera que su punto de contacto con el suelo cambia, y en cada nuevo giro las ruedas empiezan de una posición diferente que la anterior como resultado de tal cambio, el observador ve un nuevo fenómeno, el movimiento del carro, y considera que al girar de las ruedas como recursivo. Otro ejemplo es lo que pasa en un campo con los nutrientes del suelo cuando se planta el mismo cultivo año tras año. Cuando esto se hace, la siembra recurrente se hace recursiva porque da lugar a un nuevo fenómeno, es decir, al depletamiento de los nutrientes del campo mencionado (Maturana, 1995, pp. 53.) Otro ejemplo de recursividad en psicoterapia. En psicoterapia el encuentro del terapeuta con el cliente ocurre cada vez en un nuevo estado alcanzado por el cliente y el terapeuta después de su cita previa. Esto es obvio, pero lo que es interesante es que cuando esto pasa, un nuevo fenómeno aparece que es un cambio en la manera en que el cliente se ve a sí mismo y el mundo que él o ella vive. Dependiendo de la naturaleza de este cambio, la terapia es exitosa o no. Otra de las más importantes contribuciones de la mirada de Maturana a la psicología contemporánea es su teoría del lenguaje. Para Maturana, el lenguaje como fenómeno de la vida pertenece a la historia evolutiva de los seres humanos. Maturana (1988) muestra cómo el lenguaje ocurre en el fluir de coordinaciones consensuales de coordinaciones consensuales de conducta. Concordantemente, cada palabra (como sonido o gesto) no indica nada externo a nosotros, sino que es un elemento en el flujo de coordinaciones de coordinaciones de haceres y emociones que toman lugar en el vivir juntos en el lenguaje. De hecho, son precisamente estas coordinaciones del hacer y el emocionar que toma lugar en la coexistencia en el lenguaje lo que constituye el significado de las palabras. Maturana usa la palabra lenguajear para enfatizar el carácter dinámico relacional del lenguaje. Pero Maturana va aún más lejos y usa el término conversación para referirse al entrelazamiento de las coordinaciones de coordinaciones conductuales consensuales y las emociones que ocurre al vivir juntos en el lenguaje. La posición de Maturana revierte el punto de vista clásico empirista que ve al lenguaje como una simple transmisión de información de un individuo a otro. La teoría del lenguaje de Maturana explica las condiciones de constitución del fenómeno del lenguaje. Las perspectivas empiristas del presente no son explicativas porque ellas no describen las condiciones de constitución del lenguaje, y sólo describen las regularidades de su operación. Las coordinaciones consensuales de coordinaciones de conducta consensuales es la operacionalidad que constituye al lenguaje y lo que toma lugar en él. La mirada de Maturana de que toda la vida humana ocurre en conversaciones tiene dos implicaciones básicas con respecto a la temporalidad. Una es que explica a la existencia humana como tomando lugar en un continuo fluir de lenguajeo y emocionamiento (NT: en un continuo fluir de lenguajear y emocionar); y la otra es que la vida humana es vivida en el presente, en el aquí y ahora. De acuerdo a él, la temporalidad es una manera de explicar la experiencia del flujo de eventos, y no una dimensión del universo. Parte de nuestro problema existencia surge de no darnos cuenta de esto. El lenguaje y el lenguajear Maturana ha propuesto en otros artículos (Maturana, 1978 y 1990) que las operaciones que constituyen eso que nosotros los seres humanos vivimos como lenguaje y lenguajear en el proceso de nuestro vivir, toma lugar en nuestro dominio relacional como una manera de vivir en interacciones recurrentes en lo que un observador ve como coordinaciones consensuales recursivas de coordinaciones consensuales de conducta. En otras palabras, él afirma que el lenguaje y el lenguajear no son fenómenos fisiológicos o estructurales del organismos o de su sistema nervioso, y que lo que pasas en el lenguaje y el lenguajear no puede ser explicado o entendido como rasgos estructurales, funcionales o dinámicos de la dinámica estructural del organismo y de su sistema nervioso, porque ellos son fenómenos del dominio de operación del organismo como totalidad en el medio. Además, él afirma que lo que él ha dicho con relación al lenguaje y el lenguajear se aplica a todos los fenómenos que surgen en la expansión recursiva histórica de la operación en el lenguaje de una comunidad lenguajeante. Maturana sostiene que como seres lenguajeantes vivimos en un mundo de objetos que surgen en el lenguajear. De hecho, él afirma (ver Maturana, 1995, los objetos surgen en el lenguajeo en la primera recursión del fluir en coordinaciones consensuales de coordinaciones consensuales de conducta que el lenguaje es. Cada recursión, en el fluir de coordinaciones consensuales de coordinaciones consensuales de conducta en el que nosotros estamos cuando lenguajeamos, genera un objeto, y cada recursión produce una clase diferente de objeto de acuerdo a las circunstancias relacionales en las que toma lugar. En esta dinámica, cuando un objeto surge en la primera recursión en las coordinaciones consensuales de conducta, la distinción del objeto surge en la segunda recursión. A medida de que los objetos son distinguidos, otra recursión en el fluir de coordinaciones consensuales de conducta (una tercera recursión) distingue la relación entre objetos, y la posibilidad está abierta para la constitución de un domino de relaciones cuando las relaciones de relaciones son distinguidas en una siguiente recursión. En términos más generales, debido a que en cualquier nivel de recursión las conductas consensuales coordinadas se convierten en objetos, y así en fundamento para distinciones recursivas adicionales, cualquier nivel de recursión puede recursivamente convertirse en un domino de objetos que opera como nivel de base para recursiones adicionales. De acuerdo a Maturana, cuando el lenguajear se expande como una manera de vivir juntos en las interacciones recurrentes del vivir juntos como miembros de una comunidad lenguajeante, el lenguajear sigue las complejidades cambiantes del vivir juntos y se convierte en una fuente de complejidades adicionales, constituyendo una red de entrecruzamientos de coordinaciones consensuales de coordinaciones consensuales de conducta que generan toda la complejidad de vivir en el lenguaje. En relación al observar, el dijo: el observar surge como una operación en una segunda recursión que distingue el distinguir; esto es, en la distinción del observar, el observador aparece; y la auto-consciencia aparece en una recursión de cuarto orden en la que el observar al observador toma lugar. En términos más generales, la operación en cualquier dominio de objetos puede llegar a ser el fundamento para la generación de un dominio de consciencia y auto-consciencia (Maturana, 1995, pp. 154) De acuerdo a esto, el terapeuta opera al guiar a su cliente a que opere en la auto-consciencia que toma lugar como una cuarta recursión. La emoción y el emocionar De acuerdo a Maturana, lo que está implícito cuando hablamos de emociones son disposiciones dinámicas corporales que especifican el dominio de acciones en la que el organismo se mueve. Para Maturana la emoción define la acción. Es la emoción la que define cuándo un gesto dado es una agresión o una caricia. De acuerdo a Maturana nosotros siempre estamos en una dinámica emocional, en un fluir de un dominio de acciones a otro en la historia de interacciones recurrentes en la que vivimos. De hecho, el afirma que nosotros aprendemos nuestro emocionar mientras vivimos con otros desde el útero (Maturana y Verden-Zöller, 1993). De acuerdo a Maturana, cuando lenguajeamos, nuestro lenguajear y emocionar están entrelazados, de tal manera que nuestro fluir emocional es afectado por nuestro lenguajear, y nuestro lenguajear en afectado por nuestro fluir emocional. Nuestras emociones, tanto las de los otros, cambian como resultado de nuestras palabras; y nuestras palabras cambian como resultado de el cambio en nuestras emociones. En mi opinión, esto es lo que pasa en la psicoterapia en la interacción entre el psicoterapeuta y el cliente, cuando el emocionar y las palabras de ambos, el cliente y el psicoterapeuta, cambia como resultado de su interacción. De acuerdo con Maturana, hay una interrelación integral entre el emocionar y el lenguajear desde la niñez, de modo que lo que es conocido como fenómeno cognitivo es desde el comienzo una unidad entre el emocionar y el intelecto (Maturana y Verden-Zöller, en prensa) El rol del sistema nervioso en la conservación del acoplamiento estructural entre el sistema viviente y el medio El sistema viviente como sistema determinado estructuralmente opera en un acoplamiento estructural dinámico con el medio (Maturana, 1978 y 1987). Si ese acoplamiento estructural dinámico se pierde, el sistema viviente se muere. La conducta de un sistema viviente en la realización de su vivir que toma lugar en las relaciones e interacciones del sistema viviente y el medio, ocurre a través de los cambios estructurales del sistema viviente en la conservación de su acoplamiento estructural. Maturana (1995) propone que el sistema nervioso opera como una red neuronal cerrada y que participa en la conservación del acoplamiento estructural entre el sistema viviente y el medio a través de cambios estructurales que sufre contingentes al fluir del vivir del sistema viviente. Además, Maturana afirma que el sistema nervioso participa en la realización del vivir del sistema viviente a través de correlaciones senso/efectoras que él genera, dando lugar a los cambios estructurales en el sistema viviente que se adecuan a los cambios estructurales del medio porque su estructura ha cambiado contingentemente al fluir de las interacciones del sistema viviente cuando realiza su vivir en ese medio. Además, Maturana mantiene que el sistema nervioso no opera con representaciones del medio, y que él opera generando correlaciones senso/efectoras internas y externas en el organismo que son operacionalmente efectivas en relación con la realización de su manera de vivir. Para un observador de un organismo en el fluir de sus interacciones en la realización de su manera de vivir, parece como si el sistema nervioso estuviese haciendo computaciones para acomodar la conducta del organismo a los rasgos que él o ella ve en el medio, pero no hace eso. El organismo y el sistema nervioso en él, operan como sistemas determinados estructuralmente que se deslizan en congruencia estructural con el medio en la realización del vivir del sistema viviente, porque sus estructuras respectivas cambian en el acoplamiento estructural del uno con el otro y el medio a través de la realización de la manera de vivir del organismo, y ambos, el organismo y el sistema nervioso, se desintegran cuando este acoplamiento estructural se pierde (Maturana, 1995, p. 162) Noción de auto-consciencia Como ya lo dije anteriormente, Maturana propone que la auto-consciencia es una operación en el lenguaje que toma lugar como una cuarta recursión en el fluir de las coordinaciones consensuales de coordinaciones consensuales de conducta. La auto-consciencia como una operación relacional en el lenguaje, por lo tanto, no toma lugar en el cerebro, y no es un fenómeno neurofisiológico, ni un producto de la operación del sistema nervioso, aún y cuando la operación del sistema nervioso es necesaria para que ella ocurra. En nuestra experiencia, sin embargo, cuando nosotros nos distinguimos a nosotros mismos distinguiéndonos a nosotros mismos, la consciencia aparece como propiedad o habilidad del sí-mismo (self) que aparece como una entidad que requiere localización. Es debido a la manera de operar del sistema nervioso en nosotros como sistema nervioso lenguajeante, y hasta el grado que ha llegado a ser así en cada uno de nosotros en nuestras historias particulares de seres lenguajeantes, que permite que nosotros vivamos las experiencias de auto-consciencia en la soledad, y, como consecuencia, el experienciar el sí-mismo y la consciencia como localizados en nuestro cuerpo. Maturana (1995) mantiene que la auto-identidad surge como objeto en una mirada reflexiva, y que es el lenguaje la que la hace posible. Lo que él dice es que la auto-consciencia es la distinción de una identidad relacional que surge en el lenguaje tratado como objeto en una reflexión en el lenguaje. Esto es, la auto-consciencia es una operación en el lenguaje en el que tanto la corporalidad como la dinámica del ser lenguajeante aparecen como objetos. Para que esto pase, la distinción del objeto debe ya de haber surgido en el observar, de modo que las relaciones pueden ser objetos también. Percepción e ilusión Otra contribución básica de Maturana para el entendimiento de la existencia humana es que la experiencia humana (auto-distinción) es una condición primaria para explicar la cognición como fenómeno biológico. Esto significa que nosotros explicamos nuestras experiencias con nuestras experiencias. En este nivel de experiencia no es posible distinguir entre ilusión y percepción. Debido a que es solamente a través del lenguaje que los seres humanos pueden explicar sus experiencia y asimilarlas en su praxis del vivir, entender es el ver una experiencia en un contexto más grande de experiencias en el dominio de las conversaciones. Todo el reordenamiento racional cognitivo que podemos elaborar está basado en premisas tácitas que han sido provistas por experiencias inmediatas cuando ellas aparecen en el lenguajear y el emocionar. En palabras de Maturana: "Todo sistema racional está fundado en premisas básicas aceptadas a priori a través de las preferencias(emociones) de uno, y es por esto que no es posible convencer a nadie con un argumento lógico si no hay una aceptación común a priori de esas premisas básicas" (Maturana, 1988, p. 17). Desde la perspectiva de la terapia, esta afirmación invalida la mirada racionalista que sostiene que a través de la práctica de la lógica humana es posible cambiar las emociones de los pacientes (Ellis, 1985; Beck, 1976). Tal cambio es posible solamente si el paciente cambia sus premisas aceptadas emocionalmente a través del emocionar implícito en las interacciones con el terapeuta durante la conversación lógica y racional. El multiverso Si, como Maturana apunta, el observador no puede tener acceso a una realidad objetiva independiente, y si, como el establece en su "Ontología del observar" (1987), el observador es constitutivamente participante de lo que él o ella observa, entonces lo que el propone es evidentemente radical: el pasaje de un Universo, esto es, de una realidad objetiva única que es la misma para todos, a un Multiverso, en el que hay tantos dominios de realidades como hay dominios de coherencias de la experiencia del observador que son vividos como dominios de explicaciones de las experiencias con coherencias de la experiencia. Tal y como Maturana apunta, en la mirada del Universo como un único (single, solo) dominio de realidad, la validez de una afirmación se apoya en sus conexiones con la realidad objetiva del Universo. En contraste, en la mirada del Multiverso, la validez de una afirmación se apoya en sus conexiones con las coherencias experienciales del dominio de realidad al cual pertenece. En estas circunstancias, desde el punto de vista de la terapia, la existencia de estas dos manera de encarar la pregunta por la realidad (y, por lo tanto, la existencia de dos diferentes visiones de lo que pasa en la vida diaria de quienes nos consultan, de dos diferentes concepciones de lo que ocurre en las transformaciones que toman lugar como resultado de la terapia) implican dos diferentes maneras de hacer terapia. En el primer caso, cuando el terapeuta cree que existe ahí un universo al que él o ella tiene un acceso privilegiado, él o ella actúa como el portador de la verdad que puede ser directamente transmitida al paciente. En el otro caso, el terapeuta no se ve a sí mismo como el portador de la verdad, y pasará a considerar que el mundo generado por el paciente es el único mundo posible para él o ella bajo sus circunstancias presentes. En este último caso, la tarea del terapeuta será la de ayudar al paciente a entender el mundo que él o ella genera como una apertura para la disolución de su sufrimiento. El primer caso corresponde al enfoque racionalista (Ellis, 1985; Beck, 1976), y el segundo al enfoque constructivista evolucionario o postracionalista de la psicoterapia (Guidano, 1991b; Mahoney, 1991; Ruiz, 1992). El concepto de cultura Para Maturana y Verden-Zöller (1993) la existencia humana toma lugar en el espacio relacional del conversar. Esto significa que, aún y cuando desde una perspectiva biológica nosotros somos Homo sapiens sapiens, nuestra manera de vivir, es decir, nuestra condición humana, toma lugar en nuestra forma de relacionarnos unos con otros y el mundo que generamos en nuestra vida diaria a través del conversar. El mantiene que una cultura es una red cerrada de conversaciones, y que un cambio cultural toma lugar en una comunidad humana cuando la red de conversaciones que la define como tal, cambia. Una cultura como una red de conversaciones (coordinaciones de lenguajear y emocionar) es conservada cuando los miembros de la cultura se hacen miembros de ella y la realizan al vivirla. Como tal, la identidad de los miembros de una cultura surge continuamente de nuevo cuando ellos viven la cultura que ellos integran. Tal identidad puede cambiar si las personas cambian la red de conversaciones en las que ellos participan. Su identidad (emocional y conductual) no preexiste como un rasgo de la cultura, sino que surge momento a momento cuando ellos generan con su conducta la cultura a la cual pertenecen. La Biología del Amor Maturana (y Verden-Zöller, 1993) es el primer científico que explica el amor. En su proposición, el amor no es una cualidad, o regalo o virtud, sino que es un fenómeno biológico relacional. De acuerdo a él (Maturana, 1993), el amor consiste en una conducta o clase de conductas a través de las cuales el otro aparece como un legítimo otro en coexistencia con uno en circunstancias que el otro puede ser uno mismo. De acuerdo con él, no es un asunto de legitimar al otro, o de hacer cosas intencionalmente para legitimar al otro, es un asunto de la conducta a través de la cual la legitimidad del otro no es negada, aún en el desacuerdo. De acuerdo con él, el amor es un fenómeno biológico básico, y es la emoción que constituye la existencia social. Maturana cree que nos enfermamos al vivir una manera de vivir que sistemáticamente niega al amor. Maturana afirma que el proceso terapéutico es siempre el mismo, cualquiera que sea la forma de psicoterapia, y que es lograda cuando el terapeuta tiene éxito, a través de la interacción con el paciente, en guiarlo a él o ella, consciente o inconscientemente, a abandonar la negación sistemática de sí mismo y de otros a través de recobrar la biología del amor como el hilo central de su vivir.

“Introducción al pensamiento complejo” segun Edgar Morin

En este libro Edgar Morin da a entender su punto de vista sobre el conocimiento científico, la ciencia, los modos en general mediante los cuales la sociedad esta acostumbrada a concebir la realidad. Busca explicar los modos por los cuales conocemos la realidad y los mecanismos que para ello empleamos cotidianamente. En líneas generales sostiene que nuestra visión y perspectiva con la que encaramos la realidad es simplificadora y por lo tanto sumamente mutilante, las cosas no son comprendidas en su totalidad, siempre se ven aspectos parciales y se deja de lado lo que vendría a ser la unidad total, por lo cual estamos accediendo solamente a un conocimiento parcializado. Este es el paradigma de la simplificación. Propone en base a esto introducir un nuevo formato de pensamiento, de entendimiento, un nuevo paradigma para manejarnos en el mundo, para comprender lo que nos rodea y para aplicarlo a la ciencia y a todos los aspectos de la vida. Este nuevo concepto que Morin propone introducir en nuestras vidas es el de complejidad. Según Edgar Morin, al conocimiento científico se le dio la misión (y aún hoy en día se la sigue dando) de disipar la aparente complejidad de los fenómenos, a fin de revelar el orden simple al que obedecen. El ideal del conocimiento científico clásico era descubrir, detrás de la complejidad de los fenómenos, un orden perfecto que comandara una máquina perfecta, hecha de micro-elementos reunidos en objetos y sistemas, nunca se tomo en cuenta la posibilidad del azar, lo aleatorio, ambiguo o incierto. La complejidad se ve entonces es comprendida como algo que debe ser eliminado, Morin propone exactamente lo contrario, la complejidad no dificulta las explicaciones ni obstaculiza el proceso del conocer, si no que ayuda porque permite ver las cosas en su contexto y a causa de esto permite comprender con mayor facilidad y profundidad la realidad. Morin cree en la tentativa de desarrollar un pensamiento lo menos mutilante posible y lo mas racional posible; afirma a su vez que las ideas generales no pueden ser eliminadas y terminan por reinar de forma oculta en el mundo especializado y en el conocimiento científico mismo, teniendo un rol motor y productor. La simplificación es necesaria, pero debe ser relativizada. La complejidad es después de todo la unión de la simplicidad y de la complejidad, es la unión de los procesos de simplificación que implican selección, jerarquización, separación, reducción, con los otros contra-procesos que implican la comunicación, y la articulación de aquello que esta disociado y distinguido. Vemos entonces que simplicidad y complejidad establecen relaciones antagónicas y complementarias. La complejidad integra la simplicidad y se abre sobre lo inconocible. La complejidad es tan solo el desafío, no la respuesta, se busca encontrar un modo de pensar que trascienda la complicación, la incertidumbre y las contradicciones. Además si los modos simplificadores del conocimiento mutilan más de lo que expresan, aquellos fenómenos que se pretenden dar cuenta producen más ceguera que elucidación. Lo complejo es aquello que no puede resumirse en una palabra ni en una ley, lo complejo no puede reducirse en términos de complejidad. La complejidad es una palabra problema no una palabra solución. Responde al aspecto multidimensional de la realidad pero no significa completud, ya que a cada descubrimiento que se logra surgen nuevas interrogantes y este es un proceso que continua hasta el infinito. El conocimiento completo es imposible, “la totalidad es la no-verdad”. Al lograr una certeza encuentro una nueva duda, se va generando así una brecha que nos lleva a meta-sistemas y a meta-meta-sistemas, vemos así que el conocimiento no se acaba nunca, siempre se encuentra algo nuevo que investigar, una nueva duda para investigar o los mismos viejos problemas para replantear desde distintos ángulos. Es así que una limitación en el conocimiento se transforma en una ampliación del conocimiento en un meta-sistema. El conocimiento de los límites no nos limita, si no que contrariamente amplia el panorama, al ser concientes de las limitaciones podemos expandir mucho más nuestro horizonte y podemos buscar formas de superar estos limites, que si no fueran conocidos nos terminarían obstaculizando el camino. Ningún sistema es capaz de auto-explicarse totalmente a si mismo, ni de auto-probarse totalmente. Todo sistema de pensamiento esta abierto y pasa una brecha, una apertura que necesita de un meta-sistema para ser comprendido y así hasta el infinito. El pensamiento complejo no elimina la simplicidad, estos es imposible de hacer, pero lo que trata de lograr es disminuir las consecuencias mutilantes, reduccionistas, unidimensionalistas y cegadoras. Lo complejo llama a la autocrítica, la reflexión y a la revisión. “El pensamiento complejo no es aquel que evita o suprime el desafío, sino aquel que ayuda a revelarlo e incluso, tal vez, a superarlo”. Los errores del pensamiento simplificador provienen del modo mutilante de organización del conocimiento, incapaz de reconocer y de aprehender la complejidad de lo real. El modo empleado para llegar al conocimiento selecciona datos significativos y rechaza los no significativos, une, jerarquiza y centraliza comandados según los paradigmas (principios ocultos que gobiernan nuestra visión de las cosas). Siguiendo esta forma de obtención de conocimientos llegamos a los principios de disyunción, reducción y abstracción que constituyen el “paradigma de simplificación”. Se elimina todo aquello que se considera desorden, se suprime el azar y la ambigüedad, eliminando así gran parte del fenómeno en si. El pensamiento simplificador es incapaz de concebir la conjunción de lo Uno y lo Múltiple. Este tipo de inteligencia vendrá a llamarse inteligencia ciega, ya que con la disyunción, reducción y abstracción, aísla los objetos de sus ambientes y les quita así parte de su significado, produciendo una especie de ceguera ya que no podemos ver las cosas como realmente son. Esta inteligencia no puede tampoco concebir el lazo inseparable entre el observador y la cosa observada. La ciencia se ha vuelto ciega por su incapacidad de controlar, prever, e incluso concebir su rol social, y por su incapacidad de integrar, articular, y reflexionar sus propios conocimientos. Un ejemplo de esta situación sería lo que ocurre en la medicina, cada especialista se centra en un área determinada dejando de lado todo el resto de la persona, ya sea otras partes del cuerpo, o el aspecto psíquico o espiritual. De este modo el especialista no puede ver el problema en toda su complejidad y probablemente no pueda llegar a un diagnostico cierto porque carece de información de otros aspectos. Es por esto que Morin propone también la interdisciplina para poder tener una visión total que contenga aspectos físicos, biológicos y antropológicos. Este tipo de conocimiento trae consigo ignorancia, y esta es ignorada. Es por esto que se hace necesario el cambio de paradigmas, ya que este reduccionismo se paga en los fenómenos humanos, políticos, sociológicos, económicos, etc. Se necesita de un pensamiento complejo, donde se comprenda el desorden, la ambigüedad, y la incertidumbre presente en lo complejo. Hay que sustituir el paradigma de disyunción/reducción/unidimencialización por un paradigma de distinción/ conjunción que permita distinguir sin desarticular y asociar sin identificar o reducir. El hombre debe entonces ser reincorporado a la naturaleza, no para reducirlo, sino para distinguirlo, reconociendo su complejidad en beneficio propio. El hombre es una complejidad que se encuentra en la banda media, es decir entre microfísica y macrofísica. La microfísica revelo la interdependencia entre sujeto y objeto y la macrofisica unía en una misma entidad conceptos heterogéneos de tiempo y espacio que destruía todos nuestros conceptos por ser llevados más allá de la velocidad de la luz. Lo simple es un pasaje, un momento entre las complejidades. Morin para desarrollar toda su teoría se basa en la teoría sistémica, en la cibernética y en la teoría de la información. La teoría de sistemas comprende como sistema a una asociación combinatoria de elementos diferentes, donde el todo no se reduce a la suma de las partes, por lo cual es una unidad compleja. Se plantean aquí los sistemas abiertos, que son aquellos que dependen de una alimentación exterior, no solo material-energética, sino también organizacional-informacional, se encuentran en permanente intercambio y comunicación con su ambiente. El sistema no se puede comprender entonces si no es en relación a su ambiente, el contexto incide sobre el sistema en todo momento, en cambio los sistemas cerrados mantienen equilibrio interno y no dependen del ambiente En estos sistemas abiertos el desequilibrio es compensado con el dinamismo que estabiliza mediante una continua regeneración. Conviven entonces el orden, el desorden y la organización. Las estructuras se mantienen mientras los constituyentes cambian. El sistema debe cerrarse al mundo exterior a fin de mantener sus estructuras y su medio interno que, si no, se desintegrarían. Pero es su apertura lo que permite su clausura. La realidad esta entonces tanto en el vínculo como en la distinción entre el sistema abierto y el ambiente. En cuanto a la información, esta tiene un lado comunicación y un lado estadístico. Las informaciones no existen en el universo, las extraemos de la naturaleza, las informaciones existen desde el momento en que los seres vivientes se comunican entre ellos e interpretan sus signos. Antes de la vida no existe la información, ya que esta supone la computación viviente. El concepto de información en Cibernética se relaciona con la comunicación de mensajes y este concepto es trasladado al hombre haciendo referencia al ADN que contiene toda la información de nuestro cuerpo, y orienta y gobierna las acciones metabólicas de nuestro cuerpo. Así la información puede ser comprendida en la persona, esta información es inseparable de la organización y la complejidad biológica, la organización no puede ser reducida a leyes lineales y principios simples ya que constantemente depende de idas y venidas entre las categorías de orden, desorden y organización. A la organización viviente se la llama auto-organización, esta compuesta por componentes poco fiables e inestables como son las células que constantemente mueren y se regeneran, dando sin embargo un conjunto muy confiable. A diferencia de la maquina que tiene componentes muy confiables pero si uno falla cae todo el sistema. Lo que notamos entonces es que el humano tiene la capacidad de reorganizarse y si se reorganiza es porque parte de alguna forma de un estado de desorden. Se presenta un lazo entre desorganización y organización compleja. La desorganización es la entropía y la reorganización es la neguentropía, ambos conceptos llevan a la dinámica constante del ser humano. La lógica de la complejidad afirma entonces que las cosas se organizan por su misma desorganización. Orden y desorden llegan a una especie de armonía donde se complementan y permiten el correcto funcionamiento de la organización viviente. El orden es todo aquello que es repetición, constancia, invariabilidad, todo aquello que puede ser puesto bajo la dependencia de una ley. El desorden es todo aquello que es irregularidad, desviación con respecto a una estructura dada, elemento aleatorio, imprevisibilidad. El universo necesita de ambos elementos para funcionar, ya que en el puro orden no habría innovación, creación ni evolución; y en el puro desorden no habría ningún elemento sobre el cual fundar una organización. Toda organización tiende a degradarse y desintegrarse y la solución se encuentra en la constante renovación y regeneración. La organización viviente no es tan solo auto-organizadora, sino también auto-eco-organizadora, ya que no puede bastarse por si misma, son sistemas abiertos ya que la organización en si no depende solamente del organismo sino que para poder organizarse debe tomar en cuenta el contexto social, cultural, hereditario, biológico entre otros factores. El ambiente esta dentro de el y juego un rol organizador. El sistema auto-organizado se desprende del ambiente y se distingue de el, y de allí su autonomía y su individualidad, se liga tanto mas a ese ambiente al incrementar la apertura y el intercambio que acompañan a toso progreso de la complejidad es por esto auto-eco-organizador. La relación con el medio presenta gran complejidad, pero cada ser en si mismo es complejo de por si ya que debe responder a múltiples identidades, o múltiples roles y personalidades de esta manera se representa lo complejo en lo cotidiano. Por ejemplo una mujer que esta casada, tiene 2 hijos, es dueña de un local comercial y profesora de Lengua debe responder a roles de: esposa, madre, jefa y profesora; y en cada uno de estos roles deberá desempeñarse de una cierta forma particular, con distintos modos para adecuarse a cada situación. Y a la vez todas estas identidades pertenecen a una misma persona por lo que vemos la complejidad presente en ella, y en cada uno de nosotros. Y no solo esto, sino que a lo largo del tiempo nos vamos transformando, vamos cambiando nuestras características y nuestros roles. Somos tan complejos que hay muchas veces que nos engañamos a nosotros mismos, cuando solo prestamos atención o consideramos algunas partes de nuestro ser, dejando fuera muchas otras que también son parte nuestra y esto se debe a nuestra gran complejidad que es difícil de abarcar de forma completa.

REPENSAR LA REFORMA, REFORMAR EL PENSAMIENTO", EDGAR MORIN (1999)

Visión general del pensamiento de Morin en el texto “La Cabeza bien puesta” Para entender el cuerpo teórico que está implícito en el texto “La Cabeza bien puesta” de Edgar Morin, hay que entender un tanto la nomenclatura de eso que se llama complejidad. Lo simple y lo simplificado Lo simple es lo que puede concebirse como “una unidad elemental indescomponible”, excluye lo complicado, lo incierto, lo ambiguo, lo contradictorio. La aplicación de un “pensamiento” – “teoría” – “método” simple a un fenómeno complejo conduce a una simplificación, la cual es la disyunción entre entidades separadas y cerradas la reducción a un elemento simple, la expulsión de lo que no entra en el esquema lineal. En una palabra lo resume Morin: “Lo simple no existe: solo existe lo simplificado”. La complejidad es lo que no es simple; lo que no puede resumirse en una palabra maestra, a una ley. Es un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados, una paradójica relación de lo uno y lo múltiple, una mezcla íntima de orden y desorden. ¿Cómo se nos presenta? Como lo inextricable, lo enredado, lo ambiguo, la incertidumbre. Por ello, la educación debe estar orientada a comprender la incertidumbre y no a desviarse de su influencia, tratando, erróneamente, de alcanzar soluciones que terminan por ser “ilusiones”, es decir, pensamiento superficial. Debemos ser prudentes para no caer en ilusiones La complejidad conduce a la eliminación de la simplicidad. La confusión de la complejidad con la completud, hace que no se perciba la realidad en el contexto real en que se encuentra en nuestras relaciones en sociedad: la totalidad es la no verdad. La confusión de la complejidad con complicación, hace creer que lo complejo puede resumirse en la palabra complejidad, retrotraerse a una “ley de complejidad”. Creer en la posibilidad de eliminar la contradicción, la incertidumbre y lo irracional, es el inmenso laberinto en el que se encuentra el Sistema Educativo actual. Por un pensamiento complejo se ha de entender en el ámbito de la Reforma Educativa como el reconocimiento de un principio de incompletud y de incertidumbre en el seno de todo conocimiento; ante el cual se aspira a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista, evitando un conocimiento-acción unidimensional y mutilante. Lograr un pensamiento multidimensional que sea capaz de concebir la complejidad de lo real, hace necesario la búsqueda de un método para “Unir lo separado” – “Articular lo que está desunido” Ello lleva a un planteamiento concreto en el texto La Cabeza bien puesta: La Educación ha de ser Organizador de la organización; es decir, donde los individuos conocen, piensan y actúan en conformidad con los paradigmas culturalmente inscriptos en ella. El paradigma orienta, gobierna y controla la organización de nuestros razonamientos y sistema de ideas. Es organizador de la organización en tanto gobierna los principios de pensamiento y se encuentra en el corazón de los sistemas de ideas, y comporta un múltiple enraizamiento: lingüístico-lógico-ideológico y también cerebral-psíquico-sociocultural. Necesitamos Reformar la Educación para motivar el surgimiento de un pensamiento que se dé cuenta de que el conocimiento de las partes depende del conocimiento del todo, y que el conocimiento del todo depende del conocimiento de las partes; así mismo, que reconozca y analice los fenómenos multidimensionales en lugar de aislar, mutilando, cada una de sus dimensiones y analice las realidades que son al mismo tiempo solidarias y conflictivas. Ello sin obviar el respete a lo diverso, en donde al mismo tiempo se reconozca la unidad. Según Edgar Morin los principios para una reforma del pensamiento generará un pensamiento del contexto y de lo complejo. Un pensamiento que vincule y afronte la falta de certeza, reemplazando la causalidad lineal por una causalidad multireferencial. A todo esto, Morin se pregunta: ¿Quién educará a los educadores? Y se responde: Una minoría de educadores, animados por la fe en la necesidad de reformar el pensamiento y en re-generar la enseñanza, los cuales proporcionaran una cultura para contextualizar, distinguir, globalizar, preparar las mentes para que respondan a los desafíos complejos, para enfrentar las incertidumbres y educar para la comprensión humana. Otro aspecto a que se refiere Morin en su texto La Cabeza bien puesta, es el error, el cual es muy común en la actual visión simple del pensamiento. Para evitar las cegueras, o errores en el conocimiento, se hace necesario reconocer sus imperfecciones, debilidades y errores. No subestimar estos componentes, enseñar a convivir y dialogar con el error y la ilusión. La búsqueda de la verdad exige meta-puntos de vista. Morin en los capítulos del 1 al 4 del texto La Cabeza bien puesta, hace hincapié, de manera muy general, en los principios de un conocimiento pertinente. Él expresa que en nuestra era planetaria es necesario un conocimiento que entienda los problemas globales, en su contexto y en su conjunto. Ese conocimiento debe superar las antinomias de los conocimientos hiperespecializados e identificar la falsa racionalidad (abstracta y unidimensional); pero a la vez ese conocimiento ha de venir acompañado por la enseñanza de condición humana, en donde el proceso formativo esté guiado en aprehender al ser humano, situado en el universo y a interrogarse sobre nuestro devenir. Y que para enseñar la condición humana implica crear condiciones en las cuales cada persona reconozca su identidad terrenal, develando lo humano de la humanidad y su pertenencia a una comunidad de destino, a una tierra-patria. El siglo XX según Morin, representó, una era de antagonismos que dejó una mundialización unificadora y global pero conflictiva y desigual. El siglo XXI enfrenta retos descomunales, dando cuenta de las nuevas incertidumbres en la ciencia para demostrar las debilidades del paradigma de la simplicidad. Así mismo, se incluye la incertidumbre como variable en nuestro pensamiento, para pensar estratégicamente y no programáticamente. Ese es el gran “desafío”. (Capítulo I- Los Desafíos, págs.13-21) Pensar en el futuro como incertidumbre, es asumir el nuevo tiempo con la mente calzada en el esquema real de los nuevos desafíos educativos. Enseñar la comprensión es estudiar las raíces de esa incomprensión, fuente de males para el hombre (racismo, xenofobia, discriminación). La misión espiritual de la educación es enseñar a comprender al ser humano, y luchar por una ética de la comprensión humana, para lograr una paz planetaria. La ética del género humano es promover una educación que mire a una antropoética, la cual reconozca y forme conciencia de la trinidad individuo-sociedad-especie; que muestre a la humanidad como comunidad planetaria; que fomente una educación para la toma de conciencia de nuestra tierra-patria y traducirla a una ciudadanía terrenal; y que consiga una reforma del pensamiento, una política del hombre y una política de civilización. (Capítulo II- La Cabeza bien puesta, págs.23-35) Cuando Morin se refiere a la complejidad se refiere a lo enredado, al desorden, a la ambigüedad, a la incertidumbre, lo que implica la necesidad de un pensamiento múltiple y diverso que permita su abordaje. El no reconocimiento de esta dialógica orden/desorden nos sumerge en lo que él llama una “inteligencia ciega”, que no ve más allá de sus propios límites y ni siquiera reconoce esos limites. Morin entiende por “paradigma de la complejidad”, un principio de distinciones/relaciones/oposiciones fundamentales entre algunas “nociones matrices” que generan y controlan el pensamiento, es decir la constitución de teoría y la producción de los discursos de los miembros de una comunidad científica determinada. De ello resulta una evidente ruptura epistémica, una transformación fundamental de nuestro modo de pensar, percibir y valorar la realidad signada por un mundo global que interconecta pensamientos y fenómenos, sucesos y procesos, donde los contextos físicos, biológicos, psicológicos, lingüísticos, antropológicos, sociales, económicos, ambientales son recíprocamente interdependientes. Morin distingue acciones concretas entre dos términos: educación y enseñanza. Por un lado, la palabra “enseñanza” no basta, y por el otro, la palabra “educación” implica algo de más y una carencia. Por esta razón, piensa en una enseñanza educativa. La misión de esta enseñanza es trasmitir, no saber puro, sino una cultura que permita comprender nuestra condición y ayudarnos a vivir. Al mismo tiempo, debe favorecer una manera de pensar abierta y libre. Morin busca favorecer la autonomía del pensamiento. Por esta razón, un pensamiento capaz de no estar encerrado en lo local y lo particular, que pueda concebir los conjuntos seria capaz de favorecer el sentido de la responsabilidad y de la ciudadanía. La reforma del pensamiento tendrá consecuencias existenciales y éticas. El conocimiento es una orientación del hombre en el mundo, es una forma de dar coherencia y sentido a su posición interna con respecto a su realidad y a la de los otros. Por su naturaleza, el ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico. Morin remarca, que esta unidad compleja que es la naturaleza humana, está completamente desintegrada en la educación. Por esta razón, hay que restaurarla de tal manera que cada uno, desde donde esté tome conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás humanos. Así, la condición humana tendría que ser objeto esencial de cualquier educación. En el desenvolvimiento e intercambio con los otros, el sujeto sufre una constante interferencia de su posición interna como de su proceder en el mundo. De este feed back entre individuos se constituye lo socio-cultural, el medio en donde se organiza y reorganiza la vida tanto singular de los sujetos como toda la posibilidad de construcción común de los conocimientos. La ciencia, la educación, la política, los procesos sociales y económicos no puede escapar al condicionamiento cultural. Las manifestaciones científicas y culturales ligadas a los conceptos emergentes están involucradas en circuitos recursivos, en interacciones no lineales dentro de la ciencia y la cultura misma. La subjetividad y las relaciones socio-culturales se organizan en el trazado de ciertas metáforas, de ciertos horizontes que generan presuposiciones y expectativas, configurando creencias y visiones a futuro. (Capítulo V- Aprender a vivir, págs.49-57) Con "La Cabeza Bien Puesta, Repensar la Reforma, Reformar el Pensamiento", Edgar Morin (1999), quiso sentar las bases para una verdadera reforma educativa. Más allá de la connotación reduccionista que puede significar el término "enseñanza" en el sentido de "instrucción", Morin plantea una "enseñanza educativa" cuya misión habría de ser, no sólo la transmisión de conocimientos, sino de una cultura que permita comprender nuestra condición y ayudarnos a vivir. El "paradigma de la simplificación", formulado por Descartes, que ha sido rector del saber occidental desde el siglo XVII, postuló como principio de toda verdad las ideas "claras y distintas" (Descartes, 1637) y la búsqueda de reglas fijas para descubrir verdades. Este pensamiento disyuntor, terminó por entorpecer el camino de la ciencia hacia su propio conocimiento, coartándole la posibilidad de reflexionar sobre sí misma. En todo el pensamiento cartesiano se distinguen dos importantes principios: el de separación y el de reducción, teniendo este última una doble articulación: por una parte, la reducción del conocimiento del todo, al conocimiento de la suma de las partes; y por la otra, la limitación de lo cognoscible a lo mensurable, donde lo verdadero es lo evidente y lo evidente a su vez, debe estar definido por la claridad y la distinción. La historia del pensamiento moderno estuvo signada por este esfuerzo de comprender la naturaleza de las cosas y los sucesos simplificando permanentemente los fenómenos para su mejor comprensión. Y fue, precisamente, bajo el manto de este pensamiento mecanicista, que se produjo la reducción de lo complejo a lo simple y la hiperespecialización, fragmentando profundamente el entramado complejo de la realidad hasta llegar a la ilusión de admitir que una mirada reducida sobre lo real, puede llegar a tomarse por la realidad misma. La educación no ha sido ajena a este pensamiento simplificador. Frente a realidades cada vez más complejas que ponen en evidencia la necesidad de un conocimiento multidisciplinario, la educación, tradicionalmente, ha formado al ser humano con esquemas disyuntores, que buscan la comprensión a través de la separación de las partes. Una verdadera reforma educativa, requiere un profundo cambio en los esquemas tradicionales de enseñanza. Una postura abierta a la realidad en sus múltiples facetas, desde sus distintas aristas, enmarcada en una dialógica de aspectos que pueden ser, al mismo tiempo, antagónicos y complementarios. En este sentido, la reforma que plantea Morin, trasciende a la reforma curricular, porque entraña el concepto de un hombre que entrelaza una vertiente biofísica y otra psico-socio-cultural, ambas en permanente.

21 de abril de 2012

TRANSDISCIPLINARIEDAD, EDUCACIÓN SUPERIOR Y DE POSTGRADO.

TRANSDISCIPLINARIEDAD, EDUCACIÓN SUPERIOR Y DE POSTGRADO. En relación a esta temática, Victor Morles señala que la educación superior en la Venezuela del siglo XXI está sometida a grandes desafíos para adecuarse a una realidad distinta a la que tradicionalmente se venía desarrollando en las Instituciones de Educación Superior, ello hace que se enfrenten a los retos de adecuar y actualizar el currículo, lo que a su vez implica una adecuación de los contenidos curriculares, definir el enfoque, reelaborar los perfiles profesionales para que den respuesta a las demandas del sector socio productivo y de la sociedad, con el propósito de formar al talento humano que contribuya a resolver los problemas socio-comunitarios. El autor en su trabajo da una mirada a la situación de la educación superior venezolana, la cual tradicionalmente ha estado dominada por el paradigma de la simplificación; este paradigma reduccionista con una visión mutilante y unidimensional trae consecuencias negativas porque conduce a una hipersimplificación y a acciones fraccionadas. Es innegable que el sistema educativo, la escuela, la universidad misma han sido concebidos para que funcionen y se desarrollen en la simplificación, evitando la complejidad, la diversidad, la heterogeneidad, lo que hace más difícil introducir cambios, innovar. Contrario e ello, Morín (2003), propone el paradigma de la complejidad, que junto con la multidisciplinariedad y la transdisciplinariedad contribuyen a superar la parcelación y fragmentación del conocimiento. Se desarrollan además dos aspectos de suma importancia que deben ser considerados en el proceso de modernización curricular en las Instituciones de Educación Superior, como son la formación basada en competencias y el perfil profesional desde este enfoque para la educación. En tal sentido, el enfoque de competencias en la educación o una educación basada en competencias, no se reduce a orientar la educación a lo laboral en detrimento de formación disciplinar, sino que por el contrario, potencia esta formación y por ello se habla de competencias científicas, de tal manera que posibiliten en los estudiantes abordar y solucionar problemas nuevos con creatividad. En este orden de ideas, se hace referencia a la situación de la Educación Superior en Venezuela destacándose que el premio Nóbel Ilya Prigogine afirmó que “estamos en un momento apasionante de la historia, tal vez en un punto decisivo de giro”, que Capra llama “el punto crucial” y que se caracteriza por el surgimiento de una nueva visión de la ciencia que se resiste a encajar en el esquema newtoniano, exclusivamente mecanicista. Así pues, esto es reafirmado por Gutierrez (2007), al expresar que de alguna manera hemos pasado de un “paradigma de relojería” en donde todo estaba mecánicamente predeterminado, fijo y lineal, a uno mucho más abierto, flexible, holístico y ecológico que exige de todos una transformación profunda de nuestros pensamientos, de nuestras percepciones y de nuestros valores. Este pensamiento del paradigma emergente lleva consigo un cambio de mentalidad y consiguientemente una profunda modificación de la mayoría de las relaciones sociales, así como de las formas de organización. Sin duda, el sistema educativo, la escuela, la universidad misma han sido concebidos para que funcionen y se desarrollen en la simplificación, evitando la complejidad, la diversidad, la heterogeneidad, lo que hace más difícil introducir cambios, innovar, porque de acuerdo a lo planteado por Couto y Vásquez (2008), “la creatividad y la innovación corresponden al campo del poder ser, y, en ellos esa repetición constante, corresponde al campo del deber ser”. Por lo tanto, los nuevos escenarios mundiales donde se configuran las acciones educativas, productivas y culturales de una sociedad globalizada, están en razón de las tecnologías de la información y la comunicación con miras a difundir el conocimiento construido, de tal manera que se le plantean nuevos desafíos a la Educación Superior y a sus instituciones, por tanto se hace necesario repensar las complejas relaciones existentes entre educación, estado y sociedad. Estos desafíos implican la creación de sinergias humanas, organizacionales y culturales lo que hace posible el encuentro de la universidad con la sociedad productiva y sus problemáticas más variantes. Ante tales desafíos, es imperativo que la universidad venezolana y sus actores sociales redefinan desde la organización los modos de abordar las problemáticas del contexto, de construir el conocimiento y de hacer ciencia, todo ello en sincronía con las exigencias del mundo posmoderno, el cual está signado por la coexistencia de realidades complejas, la incertidumbre, las contradicciones, y las fuerzas que lo gobiernan. En Venezuela se viene desarrollando un proceso de transformación en lo político, social, educativo, económico y cultural. El Estado venezolano, por intermedio del Gobierno Bolivariano de Venezuela, ha venido consolidando el establecimiento de un sistema económico socialista, tecnológico y científico, con miras a fortalecer la soberanía y el desarrollo de las fuerzas productivas en el país. Esta acción estratégica del Estado requiere el apoyo de cuadros profesionales capaces de diseñar y de administrar nuevas formas de producción y nuevas formas de propiedad de los medios de producción, al servicio de la satisfacción de las necesidades fundamentales de la población, y con capacidad para generar y conducir estas nuevas organizaciones con conciencia ética, ecológica y orientadas hacia el desarrollo sustentable. Un aspecto importante a destacar, es el perfil profesional lo que constituye uno de los aspectos centrales en el proceso de desarrollo curricular, toda vez que se traduce en el punto de partida y el patrón de evaluación del mismo, en este sentido, debe estar contextualizado con el modelo socio político, económico y cultural donde el profesional vaya a desenvolverse, así como los problemas sociales a los cuales deba dar respuesta. Bajo este enfoque, el perfil profesional determina las competencias que requiere el futuro profesional para resolver de manera adecuada y oportuna los problemas y necesidades del entorno; de allí la gran responsabilidad y compromiso que tienen las universidades con la sociedad, el de formar de manera integral el talento humano que contribuya a satisfacer las múltiples necesidades de la sociedad. En tal sentido, el perfil profesional está conformado por conocimientos, habilidades y actitudes, de allí que desde este enfoque para la elaboración del perfil profesional se hace necesario establecer tanto las competencias genéricas o básicas como las específicas, el objeto de desempeño, el campo de acción y el ámbito de actuación del futuro profesional, toda vez que estos se constituyen en aspectos que identifican el perfil del egresado, al tiempo que contribuye al establecimiento de sus capacidades y actitudes laborales para abordar con éxito situaciones diversas. Es de hacer notar, que el perfil profesional recoge aquellas actitudes personales y competencias de actuación profesional que garanticen el cumplimiento profesional efectivo, por lo que los objetivos de formación deberás estar en correspondencia con las políticas educativas del Estado venezolano, los planes de desarrollo local regional y nacional, la misión y visión de la institución y las demandas del sector socio productivo. En correspondencia con los planteamientos anteriores, Ferrer (2006), considera que en la actualidad las demandas educativas inciden en la importancia de contemplar no sólo las capacidades de tipo cognitivo, sino además de estas otras, como las capacidades motrices, las capacidades de equilibrio y autonomía personal, la relación interpersonal y de inserción y actuación social. En consecuencia, de acuerdo a lo planteado, el autor refiere que se trata de un cambio en el proceso de aprendizaje, el cual básicamente es cualitativo, si antes era suficiente aprender determinados conocimientos técnicos y cierta habilidades para que los individuos se incorporen a un empleo, ahora es preciso desarrollar toda una gama de competencias que anteriormente no eran consideradas como importantes, tales como la iniciativa, creatividad, capacidad de emprender, cooperación y asertividad, entre otras. Estas competencias, han de ir acompañadas de nuevas técnicas requeridas que son relativamente menos específicas que en el pasado, tales como idioma, informática, razonamiento lógico, capacidad de análisis e interpretación, entre otras. Se devela entonces un aspecto considerado como fundamental para Sánchez (1999), y es que las características y competencias que se establecen en el perfil académico-profesional deben ser referentes permanentes durante todo el proceso de diseño, ejecución, control y evaluación curricular; esto significa que es necesario orientar la adquisición de los valores, competencias, habilidades a través de un proceso que conjugue la sistematicidad, flexibilidad y pertinencia. Evidentemente, las Instituciones de Educación Superior en Venezuela tienen un gran compromiso con la sociedad, el cual consiste en brindar una educación de calidad, que responda a las demandas que de ella hace la sociedad. El enfoque de competencias en la educación o una formación basada en competencias, no se reduce a orientar la educación a lo laboral en detrimento de la formación disciplinar; sino que por el contrario, potencia esta formación y por ello se habla de competencias científicas de tal manera que posibiliten en los estudiantes abordar y resolver problemas nuevos con creatividad. Finalmente, se destaca que el enfoque de formación basado en competencias considera que la dimensión afectivo-motivacional es fundamental para realizar cualquier actividad con idoneidad, de allí que una definición compleja de las competencias contiene no sólo la dimensión cognoscitiva y la dimensión del hacer, sino también la dimensión del ser en el proceso de desempeño.

19 de abril de 2012

Transdisciplinariedad y Educación

Estamos todos implicados en una crisis profunda y generalizada de la naturaleza eco-sistémica, una crisis paradigmática, que afecta todas nuestras relaciones con la vida, incluyendo la escuela. Esto requiere que los educadores tengan un panorama teórico más amplio, fundamentado por la transdisciplinariedad nutrida por la complejidad, para que podamos encontrar soluciones compatibles con la naturaleza compleja de la problemática actual. El fenómeno desorientación de la Escuela por cuanto el currículo es un collage de conocimientos, en tal sentido Peñalver (2004) señala: “la emergencia de una nueva tolerancia podría estar fundada sobre la actitud transdisciplinar: transcultural, transreligiosa, transpolítica y transnacional.”(p.3) La educación integral como contínuo humano y de desarrollo del ser social Esto nos remite a una formación que tiene por centro la vida, una educación auténtica debe estar orientada hacia la creación de un nuevo arte de vivir. (Peñalver, 2002) Sistema Educativo Bolivariano. Proceso de estructuración de la Educación Bolivariana Según la Ley Orgánica de Educación (2009) El Sistema Educativo es un conjunto orgánico y estructurado, conformado por subsistemas, niveles y modalidades, de acuerdo con las etapas del desarrollo humano. Se basa en los postulados de unidad, corresponsabilidad, interdependencia y flexibilidad. Integra políticas, planteles, servicios y comunidades para garantizar el proceso educativo y la formación permanente de la persona sin distingo de edad, con el respeto a sus capacidades, a la diversidad étnica, lingüística y cultural, atendiendo a las necesidades y potencialidades locales, regionales y nacionales. Currículo del Sistema Educativo Bolivariano. Orientaciones Epistemológicas - Promoción de aprendizajes inter y transdisciplinarios. - Apropiación activa y creadora /autoperfeccionamiento constante. - Procesos de socialización, compromiso y responsabilidad. - Elaboración en colectivo y considerando el contexto histórico y cultural. - Seres capaces frente a la complejidad de este mundo cambiante e intercultural. Educación Inicial Bolivariana y Transdisciplinariedad La realidad educativa, como hoy se presenta, no deja de ser un gran desafío para la mayoría de los profesores acostumbrados a trabajar con certezas y verdades, con previsibilidad y estabilidad. Para cualquier ser humano, es difícil comprender el caos tan presente tanto en nuestra realidad como también en los procesos de construcción del conocimiento, optimizar el proceso de formación y desarrollo de los niños y niñas de 0 a 6 años, procurando que los educadores sean efectivos mediadores entre el mundo y los niños y niñas. El docente-mediador debe promover su desarrollo, no detenerlo ni entorpecerlo. Se tiene pues que las acciones educativas, en los primeros años de vida, deben estar dirigidas a estimular el desarrollo cognitivo, emocional, de lenguaje, físico, motor, social, moral y sexual de los niños y niñas, de tal manera que no perdamos el espacio más relevante en la vida del ser humano para desarrollar sus potencialidades muy especialmente para promover su inteligencia. Además, el desarrollo del niño y la niña depende de múltiples condiciones, y esclarecer las mismas constituye una tarea fundamental de muchas ciencias; la psicología, la fisiología, la pedagogía y la neurología entre otras. El enfoque transdisciplinario se inicia desde el preciso momento cuando el sujeto comienza a interpretar la realidad, pues la realidad es transdisciplinaria. Lo cierto es que este concepto surge con el propósito de unir las diferentes áreas del conocimiento que permitan a docentes, acercarse a la realidad. En este sentido, Ugas (2006), señala que la concepción transdisciplinaria introduce la reflexividad; la conciencia en las ciencias; Para Martínez (2003), la investigación interdisciplinaria también los participantes pertenecen a diferentes disciplinas, pero la integración comienza ya en el mismo proceso, en la formulación del plan de acción y en la especificación de la contribución de cada miembro. Según Nicolescu (1999), el propósito de la Transdisciplinariedad, es la comprensión del mundo desde el imperativo de la unidad del conocimiento la Transdisciplinariedad implica una actitud del espíritu humano al vivir un proceso que implica una lógica diferente, una forma compleja de pensamiento sobre la realidad, una percepción más precisa de los fenómenos. Para que realmente la estimulación del desarrollo integral sea una realidad se hace necesario prever desde la concepción del currículo de Educación Inicial en una práctica pedagógica que promueva desarrollo. De hecho, en los últimos años la comunidad internacional y los organismos que velan por la atención a la infancia a nivel mundial ha dirigido sus esfuerzos a convocar a todos los países para impulsar programas encaminados a la protección de la niñez, los esfuerzos van dirigidos a la puesta en práctica del enfoque transdisciplinario, pues se parte de la concepción de que la educación inicial no debe limitar su atención a la guarda y custodia de los infantes. De acuerdo con el documento original del I Congreso sobre Transdisciplinariedad realizado en el convento de Arrábida, en Setúbal/Portugal, el año de 1994, , la transdisciplinariedad postula una nueva actitud frente a las cuestiones originarias de la multiplicidad de los saberes, de las disciplinas científicas y de la tecnociencia y en este sentido algunos países se han empeñado en políticas educativas sobre la primera infancia cada vez más decididas, algunas veces incorporadas a leyes generales de educación que inician reformas educativas que se prometen de gran alcance. En Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Educación promueve la atención en dos niveles: Maternal y preescolar. . El niño trata de entenderla de manera global. Cualquier tema cultural no se puede reducir a una sola disciplina. La separación entre las disciplinas es resultado de una mente adulta muy difícil de entender por los niños y niñas. En conclusión, el desafío actual de la Educación Inicial es la creación de una civilización basada en una concepción de una unidad múltiple, y en una dinámica social global/local/global. Las paradojas y tensiones actuales son inevitablemente perpetuadas y agudizadas por un sistema de educación fundado sobre los valores de otro siglo, y en una organización del conocimiento totalmente obsoleta y muchas veces dogmática y autoritaria. A pesar de la diversidad de sistemas educativos existentes en los distintos países, su relativa obsolescencia y la mundialización de sus déficits, ha generado la mundialización del desafío de la transformación de la educación. Educación Primaria Bolivariana y Transdisciplinariedad En los nuevos escenarios complejos de una sociedad global, signada por procesos paradójicos de multiculturalismo y búsqueda de identidades, difusión vertiginosa de los conocimientos y una nueva lógica dialéctica para enfrentar las realidades de cooperación, productividad y desarrollo integral de una sociedad cada vez más exigente; la educación debe hacer suyo el enfoque de la complejidad ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de comprender el mundo en el que viven. La Educación Bolivariana, promover: … las formas en que se obtienen los conocimientos en su devenir histórico y en los diversos contextos socioculturales, para ser capaces de transferir en la vida cotidiana esas formas de conocer a los problemas, sociales, políticos y ambientales…” (Diseño Curricular del Sistema Educativo Bolivariano, 2007, p.20). En este sentido, debemos centrar nuestra atención en el hombre como sujeto, y no sólo como objeto de estudio, a partir del reconocimiento de la multidimensionalidad. Desde esta perspectiva en el Diseño Curricular del Sistema Educativo Bolivariano (2007) se plantea lo siguiente: La escuela se erige, entonces en un centro del quehacer teórico-práctico, y desde una perspectiva dialógica, interdisciplinaria y transdisciplinaria, se pretende reinterpretar la orientación como un proceso sistémico dirigido a atender, la sustentabilidad, la multiculturalidad y la diversidad al promover el desarrollo integral del sujeto a lo largo de su ciclo vital en sus diversos contextos de acción, un proceso de formación dinámico, continuo y permanente de carácter interdisciplinar y transdiciplinar entre los diferentes componentes curriculares, respetando la dignidad y las exigencias de la persona. Se trata entonces de generar un nuevo proceso en el cual los profesionales de la orientación desarrollen nuevos roles, que contribuyan de manera eficaz y eficiente a la formación integral de un nuevo hombre. En este marco de complejidades, la construcción del conocimiento y la transformación de las realidades dentro y fuera del contexto escolar, a partir de enfoques interdisciplinarios y transdisciplinarios. Es así, como la orientación mediante una dialéctica interdependiente con todos los actores del proceso educativo y los actores sociales, ha de facilitar formas de reinterpretar e interrelacionar la cultura de los saberes, que, el hombre asuma responsablemente una existencia real en sí-consigo-con el otro-con el universo, lo cual apunta hacia el compromiso cultural-ecológico-global, que equilibre su praxis con las necesidades e intereses de una sociedad compleja y global. Considerar el contexto escolar, en el cual se desarrollan los procesos educativos como un sistema, como una realidad macroscópica dinámica y cambiante que ha de potenciar el desarrollo pleno de las potencialidades humanas en el marco de las grandes transformaciones sociales, políticas, económicas, científicas y tecnológicas, reconstruir la cultura escolar a partir de los conceptos de retroactividad y retroalimentación que orientan las complejas interacciones humanas. La concepción de la escuela como un legítimo espacio para la construcción de una nueva ciudadanía, la necesidad de favorecer un enfoque sistémico, bajo en el cual se construyan estrategias que hagan posible interacciones inter y transdisciplinarias. conocimiento/ autoconocimiento y la importancia de la flexibilidad corporal, mental y espiritual en los procesos de construcción del conocimiento. Educación Especial y Transdisciplinariedad A lo largo de la historia un enriquecimiento teórico-conceptual y metodológico a partir de la amplia gama de formulaciones filosóficas y epistemológicas, en torno a la diversidad de objetos de estudio dentro de una misma disciplina. No existe disciplina científica alguna, que no se valga de algunos elementos teórico-conceptuales de otras y hasta de algunas herramientas de abordaje de otras tantas. Entonces se entiende la Transdisciplinariedad como vinculación e integración de dos o más disciplinas, no en la resolución de un problema común abordado desde distintos ángulos, sino como el planteamiento de problemas comunes que requieren la apertura de los distintos sistemas epistemológicos en el que pueden convergir las áreas de estudio y aplicación de tales disciplinas, procurando mantener los objetos de estudio bien delimitados, pero compartiendo unidades de análisis en la resolución colaborativa (no cooperativa-aditiva) de problemas “formulados” conjuntamente. “En la modalidad de la Educación Especial, se debe contar con un Equipo Transdisciplinario, el cual tendrá que desarrollar su labor — fundamentalmente — en su ámbito natural donde se despliega la enseñanza y los aprendizajes se construyen: el aula , el patio de recreo, el taller, el lugar donde se practica educación física , el espacio donde se desarrollan las diferentes áreas del currículum, el comedor. Siendo posible, excepcionalmente, cuando situaciones — debidamente fundamentadas — así lo requieran el trabajo intramuros, en el “rincón” Educación Secundaria Bolivariana, (Liceo Bolivariano - Escuela Técnica Robinsoniana) La transdisciplinariedad no es una ciencia, no es una religión ni una filosofía, aunque para tener un pensamiento transdisciplinar se requiera una profunda capacidad de reflexión y auto-reflexión, la apertura a lo desconocido y a lo inesperado y el rigor científico necesario. La transdisciplinariedad implica una actitud del espíritu humano al vivir un proceso que implica una lógica diferente, Es también un principio epistemológico constitutivo de los procesos de construcción del conocimiento y que nos ayuda a superar los límites de las disciplinas en un intento de entender lo que está más allá de los límites establecidos o de las fronteras conocidas. Esto es lo que nos enseña Nicolescu (2002, p. 105) al decir que: “La educación de hoy se centra en la inteligencia humana, en detrimento de su sensibilidad y de su cuerpo” El conocimiento transdisciplinar emergente establece la correspondencia entre el mundo exterior del objeto y el mundo interior del sujeto, a través de un proceso dialógico y recursivo que sucede entre ellos, y tiene la dimensión ternaria de conocimiento. Es un pensamiento que entiende el sujeto en su multidimensionalidad, Se rescata, por lo tanto, la integración cuerpo/mente, pensamiento/sentimiento, conocimiento/ autoconocimiento y la importancia de la flexibilidad corporal, mental y espiritual en los procesos de construcción del conocimiento. Educación Universitaria y Transdisciplinariedad En la actualidad estamos inmersos en una crisis generalizada del tipo ecosistémico, profunda y paradigmática, que afecta todas nuestras relaciones con la vida, con la sociedad, con la familia y que se repercute también en nuestras relaciones con la escuela, con la comunidad educativa, lo que, que sin lugar a dudas, requiere de todos los educadores un marco teórico más amplio para enfrentar este problema y para encontrar soluciones. Necesitamos nuevos enfoques ontológicos, epistemológicos y metodológicos más amplios y profundos, lo que significa que necesitamos una inteligencia de la complejidad que este más en consonancia con la evolución actual de la ciencia y con los problemas actuales con el fin de lograr un cambio más significativo, relevante, oportuno y necesario. Nuestras crisis, que ocurren en diferentes ámbitos y con diferentes proporciones, son crisis complejas, globales, sobre diversos aspectos de la vida, ya que ellas se presentan en diferentes niveles de materialidad, infiltrándose por todos los poros y diluyéndose en todos los espacios. En cierto modo, estas crisis son un reflejo de nuestros pensamientos, acciones, valores, hábitos, actitudes y estilos de vida, consecuencias de la forma equivocada con la que dialogamos con la vida. Por lo tanto, nuestros problemas son también transdisciplinares, lo que, a su vez, requiere soluciones equivalentes y compatibles con su naturaleza compleja. Necesitamos un pensamiento más elaborado, más profundo, interdisciplinar o transdisciplinar, nuevas formas de conocer la realidad, para hacer frente a los desafíos que tanto nos preocupan. Tenemos pues que abrir nuestras jaulas epistemológicas esta es una condición importante para comprender mejor cómo la realidad se manifiesta, cómo se realizan los procesos de construcción del saber y del aprendizaje. Abrir nuestra jaula para que podamos aumentar nuestra conciencia educativa dirigida no sólo a mejorar nuestras prácticas docentes, pero especialmente para la transformación de nuestros pensamientos, nuestros hábitos, valores, actitudes y estilos de vida. Dimensión Ontológica: En vez de una ontología basada en la separación del ser y de su realidad, de lo orgánico e inorgánicos, del cuerpo y de la mente, de lo material y lo espiritual, del sujeto y objeto, del educador y el educado, ahora tenemos una nueva base en los fundamentos de la ciencia en la que nos podemos apoyar para el desarrollo de nuestras construcciones teóricas y prácticas pedagógicas. la naturaleza multidimensional de la realidad, para entender que en un mundo macrofísico existe un mundo microfísico Por otra parte, esta realidad multidimensional se presenta de conformidad con las condiciones del medio ambiente, del contexto, de las circunstancias y situaciones creadas, teniendo la imprecisión incrustada en el tejido del universo. en lugar de una lógica binaria de exclusión, que no considera la existencia de otras posibilidades y alternativas, ahora tenemos que trabajar desde una lógica ternaria, una lógica tripartita, una tercera posibilidad además de las ya existentes, desde que nos movamos a otro nivel de realidad, de percepción y de comprensión. Como partes del universo, también estamos constituidos por flujos de energía, materia e información, que consiste en ondas de energía de ciertas frecuencias de vibración emitida por nuestro cuerpo físico, biológico, mental, emocional y espiritual. Dimensión Epistemológica: Nuevos fundamentos científicos y filosóficos nos ayudan a comprender mejor cómo se presenta la realidad a partir de lo que podemos ver, escuchar, interpretar, construir, desconstruir y reconstruir conocimiento, sabiendo de la existencia de una trama que entrelaza el cuerpo físico, psíquico, emocional, social y el espiritual; enlazando el psíquico y el imprevisible, el sujeto y su realidad, una realidad que surge de procesos interactivos y interdependientes, de procesos ecosistémicos de naturaleza compleja, que revelan el compromiso del sujeto con su mundo, su realidad. Epistemológicamente, esto indica que la relación sujeto/objeto es siempre algo abierto, a través del cual ambos penetran entre ellos, de modo que toda la acción del sujeto sólo tenga sentido si bien contextualizada, integrada en un metasistema más amplio y global, en un ecosistema natural, social, físico, biológico y cultural y que, al mismo tiempo, lo engloba y lo restringe. Lo importante es aprender a establecer un diálogo entre las partes y el todo, el diálogo entre todas esas dimensiones de la vida, aprender a reconocer el juego de las inter-retroacciones, para que podamos entender mejor nuestra realidad. Dimensión Metodológica: No podemos seguir trabajando con modelos equivocados, con explicaciones lineares causales, con dualidades irreconciliables, con paradigmas equivocados, construyendo abstracciones estereotipada de la realidad y que reflejan, en absoluto, su complejidad estructural y dinámica. Necesitamos nuevas teorías, nuevos conceptos teóricos y epistemológicos, capaces de ayudarnos a ecologizar la ontología, es decir, las relaciones del ser con su realidad, a ecologizar la epistemología, para entender mejor las relaciones sujeto y objeto, así como los aspectos metodológicos relacionados con nuestras prácticas pedagógicas. la creación de nuevos conocimientos para la elaboración del conocimiento inter-disciplinar y transdisciplinar y para la construcción de propuestas educacionales más coherentes con las demandas actuales. Con respecto a los aspectos metodológicos, esta actitud ante el conocimiento o la búsqueda del conocimiento transdisciplinar, requiere enfoques unificadores para que el acto de creación se pueda manifestar plenamente.

FUNDAMENTOS DE LA TRANSDISCIPLINARIEDAD

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD NACIONAL RÓMULO GALLEGOS ÁREA DE POSTGRADO VALLE DE LA PASCUA – ESTADO GUÁRICO DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN El texto de Manfred Max-Neef, llamado fundamentos de la transdisciplinariedad, ofrece una forma de alcanzar el conocimiento, que pueda servir para solucionar algunos problemas, donde es necesario, la unión de varias disciplinas articuladas y coordinadas. El autor nos ubicó al asumir su responsabilidad en la aclaración de los conceptos principales como: la disciplinariedad, la multidisciplinariedad, la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad, para diferenciarlas de la transdisciplinariedad, tema principal del texto. Estamos de acuerdo con Max-Neef cuando propone que en las universidades debe existir un ente donde se expresen inquietudes transdisciplinarias y se hagan intentos de relacionarse, buscando mejores resultados en la sociedad. Como estudiantes del doctorado en ciencias de la educación, creemos que la transdisciplinariedad es un camino más asertivo; que se debe empezar conociendo las bases de las diferentes disciplinas, porque en algún apartado del texto afirmaba que para existir la transdiciplinariedad es necesario que haya un mínimo de conocimiento de otras disciplina; lo cual guía la intuición, permitiendo la selección de nuevas líneas para continuar el camino; luego lo racional posibilita clarificar la situación y la búsqueda de la solución. La intuición y lo racional asumen el papel de componentes complementarios, son importantes para poder relacionar los fenómenos que se presentan y tener una mayor comprensión del objeto estudiado en la educación. En el intertítulo de epistemología de la transdisciplinariedad, aparece un problema de entendimiento entre expertos y científicos. La lectura del documento, nos permite pensar no solo en las disciplinas, sino también en el arte, se puede hacer alusión a la literatura, que para entenderla, se debe efectuar una percepción bipolar: lo racional y lo relacional, llegando a la hermenéutica de la obra. Con relación a los niveles de realidad, el texto cuenta que la realidad “tiene una dimensión trans-subjetiva, en tanto que un simple hecho experimental puede arruinar a la más hermosa de las teorías científicas”. Por lo tanto se cree que por este lado, tiene mucho más valor la transdisciplinariedad; en las ciencias humanas, por ejemplo, sí en la sicología se formula o se cae una teoría, cabe la posibilidad que llegue a afectar la sociología como disciplina que estudia al individuo en colectividad; esto también se da en disciplinas de diferente categoría como la sicología y la genética. La parte que trata sobre la lógica del tercio incluido, nos parece compleja. Se entiende el axioma de identidad, el axioma de la no contradicción, pero el axioma de tercio excluido me confunde, creo asumir T, A y no A, como fenómenos de cada disciplina que se enlazan, permitiendo la evolución y también la contradicción, de tal forma que el conocimiento se convierte en una estructura abierta y no terminada. Para alcanzar un proceso de transdisciplinariedad, creemos que hace falta enfatizar más en el saber que ofrecen las universidades, como primer paso; luego dedicarse a comprender para poder relacionar y traspasar otras disciplinas apuntando a un conocimiento abierto y realimentando en este caso, las ciencias humanas y sociales. La complejidad de la realidad actual obliga a estudiar científicamente la sociedad como un todo y al individuo con sus valores y normas. Esto conduce a una nueva postura en el tratamiento de las ciencias sociales que, a partir de enfoques inter y transdisciplinarios, permiten crear estructuras epistemológicas diferentes en las ciencias que le son inherentes al estudio de las sociedades. Las investigaciones que analizan los problemas en su totalidad, pero vistos desde diferentes disciplinas, no logran responder a la realidad integradora que sólo puede observarse y descubrirse bajo nuevas formas de percepciones y valoraciones, como el tratamiento interdisciplinario. Este comprende acciones de interpretación entre diversas ramas del saber, la transferencia de métodos de una disciplina a otra, el estudio del objeto de una sola y de una misma disciplina por medio de varias disciplinas a la vez. En ocasiones, los contactos son sencillos y de apoyo metodológico o conceptual, pero en múltiples ocasiones conducen a la aparición de disciplinas nuevas. Lo transdisciplinario rebasa los límites de lo interdisciplinario. Tiene como intención superar la fragmentación del conocimiento, más allá del enriquecimiento de las disciplinas con diferentes saberes (multidisciplina) y del intercambio epistemológico y de métodos científicos de los saberes (interdisciplina). Se inventó en su momento para expresar, sobre todo en el campo de la enseñanza, la necesidad de una feliz trasgresión de las fronteras entre las disciplinas, de una superación de la pluri y de la interdisciplinariedad. Es un proceso según el cual los límites de las disciplinas individuales se trascienden para estudiar problemas desde perspectivas múltiples con vista a generar conocimiento. No es una disciplina sino un enfoque, un proceso para incrementar el conocimiento mediante la integración y la transformación de perspectivas gnoseológicas distintas. Se interesa por la dinámica que produce la acción simultánea de varios niveles de la realidad. Se nutre de la investigación disciplinaria que, a su vez, se aclara de una manera nueva y fecunda por medio del conocimiento transdisciplinario. La teoría bibliológico-informativa es inter y transdisiciplinaria. Las disciplinas que reconoce como contiguas estudian fenómenos que corresponden a distintas formas de transferencia de la información humana contenida en portadores creados con fines de manipulación para su uso y consulta. Esas disciplinas intercambian sus contenidos frecuente e intensamente. El carácter interdisciplinario de la teoría radica en describir el sistema de conocimientos que identifica como un todo en interacción con los elementos de la realidad social, lo que contribuye a la comunicación científica global en la medida que cada disciplina bibliológico-informativa interactúa con el universo científico, disminuye y, en ocasiones, rompe las fronteras disciplinares, y esto la convierte en una teoría transdisciplinaria, porque la información como objeto de estudio, aún la humana, no puede abarcarse por una sola disciplina. La teoría bibliológico-informativa enmarca en este fenómeno informativo, esencialmente complejo, las realidades sociales como elemento cambiante en el nacimiento y evolución de cada fenómeno específico. Su concepción establece el reconocimiento, en primera instancia, de factores económicos-sociales en medio de los cuales se desenvuelven las prácticas de las disciplinas que la conforman. En los momentos actuales los procesos de integración del saber que están teniendo lugar, como resultado del desarrollo de la ciencia y la técnica, y la necesidad urgente de una cultura ecosófica que garantice la existencia de nuestro Planeta Tierra y la humanidad, están encontrando respuesta en los procesos inter, multi y trannsdiscipliarios. Al respecto se ha escrito mucho y se continúa escribiendo, incluyendo la búsqueda de conceptos que viabilicen la transdisciplinariedad, pues predomina una formación disciplinaria, tanto en la investigación como en la docencia. “La transdisciplinariedad se concibe como una visión del mundo que busca ubicar al hombre y a la humanidad en el centro de nuestra reflexión, y desarrollar una concepción integradora del conocimiento. Para ello, esta corriente de pensamiento ha desarrollado tres pilares: los niveles de realidad, la lógica del tercero incluido y la complejidad, a partir de los cuales pretende fundar una metodología que aborde la cuestión humana y del conocimiento desde una perspectiva de interconexión en el sentido de complexus o “lo que está tejido junto”, según la expresión de Edgar Morin. Lo anterior, teniendo siempre presente que una visión totalizadora y completa de lo humano y del conocimiento son imposibles dada la incertidumbre y la incompletud fundamental que caracteriza a estos dos fenómenos” Si somos consecuentes con la tesis de Marx, de la necesidad de construir un método que siga la lógica especial del objeto especial y asuma las diferencias específicas, para lograr concreción, se impone por necesidad la inter, multi y transdisciplinariedad, en sus vínculos dialécticos y la integración de saberes; sin embargo la formación disciplinaria, nos ha conducido a la abstracción en los análisis. Es imprescindible estudiar el objeto que se investiga en sus diversas mediaciones, y para ello, hay que metafóricamente, unir los hilos a la madeja. Por supuesto, se requiere de un necesario aval cultural para poder integrar los saberes, y así acercarnos con más profundidad a la verdad. Por eso los fundamentos filosóficos, por su aprehensión cosmovisiva, contribuyen a la integralidad de la investigación, a la articulación de saberes varios, los cuales son insoslayables para poder penetrar con profundidad en la realidad objeto de investigación. Como todos conocemos en la actualidad están emergiendo saberes integrados, respondiendo a las exigencias de la realidad. Así, se puede mencionar la ecosofía, el ambientalismo holístico, la bioética y el pensamiento complejo, entre otros. La propia tecnociencia, es expresión de la emergencia de saberes integrados e intervinculados recíprocamente, como totalidad sistémica. En fin, se impone urgente necesidad reformar el pensamiento educativo, para sin abjurar de la disciplinariedad, pasar a los procesos vinculados e integrados, es decir, a la inter, la multi y transdisciplinariedad. Más que dividir, se requiere unir y articular saberes. En la educación, cuya tarea esencial es la formación humana, la parcialización del saber ha sido una constante, que muchos perjuicios ha traído para el desarrollo humano. Interdisciplinariedad y transdisciplinariedad De acuerdo con la visión ecológica todos los conceptos y todas las teorías están interconectados, no hay jerarquía de conceptos ni una disciplina más importante que la otra. En consecuencia, se realizan esfuerzos para correlacionar disciplinas, para buscar una axiomática flexible común entre ellas. En el paradigma mecanicista la enseñanza está organizada en disciplinas. Una disciplina es una manera de ordenar y delimitar un territorio de trabajo, de concretar la investigación y las experiencias dentro de un determinado ángulo de visión. Cada disciplina nos ofrece una imagen particular de la realidad, es decir, la realidad que entra en el ángulo de visión de su objetivo. Y está constituida por su objeto de estudio, unos marcos conceptuales unos métodos de investigación y unos procedimientos. El término interdisciplinariedad, empleado en sentido general, significa el establecimiento de relaciones entre disciplinas, relación puesta en evidencia por un procedimiento pedagógico particular. Mientras que pluridisciplinariedad o multidisciplinariedad es la yuxtaposición dialéctica y orgánica de varias disciplinas, sin ninguna tentativa de síntesis entre ellas. Como método de enseñanza significa un proyecto que parte del estudio de algunas o varias de las disciplinas integradas. Por ejemplo, alrededor del tema del tabaco se tratan objetivos y contenidos de biología, química, ecología, lengua, economía, medicina. La interdisciplinariedad supone las disciplinas ya constituidas a las que intenta relacionar de manera que respondan a los objetivos de la enseñanza y se usa más bien en los niveles universitarios. Mientras que en los primeros niveles de la enseñanza se habla de la globalización, que implica en ocasiones la desaparición de las disciplinas. Se habla de transdisciplinariedad cuando los saberes de los campos dispares se integran en una visión de conjunto que permite estudiar sus conexiones y relaciones de coordinación y subordinación. No podemos esperar que de una suma caótica de partes surgirá una cierta unidad con valor informativo, espontáneamente y sin previo diseño de programación. La coherencia entre los saberes es algo que en la medida de lo posible debe intentarse en el plano docente, por supuesto son muchas las posibilidades no explotadas.

COMPLEJIDAD, TRANSDISCIPLINARIEDAD Y EDUCACIÓN

En esta lectura, la autora señala aspectos importantes del mundo globalizado, complejo y plural que actualmente se están viviendo, destacando que la realidad educativa, no deja de ser un gran desafío para la mayoría de los profesores acostumbrados a trabajar con certezas y verdades, con previsibilidad y estabilidad. Para cualquier ser humano, es difícil comprender el caos, el orden haciendo parte del desorden, la incertidumbre, la no-linealidad y la indeterminación, hoy, tan presentes tanto en la realidad como también en los procesos de construcción del conocimiento y en las dinámicas que acontecen en los ambientes educativos. Sin duda, en la actualidad se están enfrentando tiempos inciertos y fluidos con herramientas intelectuales de otras épocas, de otros tiempos, en que se observaba la realidad como estable, homogénea y determinada. Lo que se constata en estos días es que se vive en un mundo incierto, mutante, complejo e indeterminado, sujetos a lo imprevisto y a lo inesperado. Sujetos a varias emergencias para las cuales no se está preparado. La carencia de preparación es grande ante las situaciones complejas e imprevistas que acontecen en lo cotidiano. Por otra parte hace referencia, a un problema importante de naturaleza compleja como es la globalización, condición de la realidad actual y que, a partir de la década de los 80, se fue afirmando cada vez más impulsada por el avance del desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación. Se volvió más evidente y fue potenciada a partir de la explosión de los medios de comunicación y de las tecnologías digitales. Es oportuno destacar, que la globalización favorece la evolución científica y tecnológica, posibilita mayor integración entre los pueblos y la creación de redes y movimientos de educación para la paz, incentivando diferentes tipos de intercambios culturales, informativos, económicos, políticos y sociales, y, por otro lado, también potencia la emergencia de otras redes, como las de pedofilia, drogas, prostitución y los más diversos tipos de intolerancia que reflejan una profunda devaluación del ser humano y la existencia de realidades hasta entonces inimaginables. De igual forma, Moraes señala que el lado negativo de la globalización viene también provocando un aumento de las desigualdades sociales, potenciando otras formas de la exclusión social, la exclusión digital, con gravísimas consecuencias para el futuro de las próximas generaciones. Así, la misma red de la comunicación que integra también encarcela, revelando las ambivalencias y los males de la civilización. Se observa en la lectura que, consecuentemente se está viviendo en un mundo cada vez más complejo, plural e imprevisible, lo que, a su vez, requiere un pensamiento complejo, relacional, problematizador, un pensamiento que ayude al sujeto a comprender mejor la dinámica relacional existente en esos procesos interdependientes. Debido a esta complejidad, la educación precisa dar respuestas adecuadas, competentes y oportunas. De allí que, el gran problema es que el profesor todavía no está preparado para actuar de manera competente en un mundo funcional en red. Lo que se quiere destacar en este momento es que la gran mayoría de los problemas poseen una naturaleza transnacional, transdisciplinar y absolutamente compleja, desvelando un mundo cada vez más enredado y globalizado, no sólo en la relación con las redes científicas, económicas y tecnológicas, sino también en cuanto a sus vaivenes y desgracias. Y como, seres humanos, todos son absolutamente vulnerables en el proceso de vivir y convivir, en el proceso de ser y conocer. Por consiguiente, la crisis es de naturaleza ontológica, epistemológica y, consecuentemente, crisis generadoras de otro tipo de crisis: la de naturaleza antropológica, al cuestionar la propia humanidad y afectar a la vida de todo ser humano. Esto, ya que todo pensamiento es reductor tanto en la ciencia como en la vida, presenta consecuencias nefastas, es decir, provoca el surgimiento de acciones políticas, sociales y culturales también reductoras y fragmentarias o impiden la evolución de la conciencia, del pensamiento y de la libertad humana. Toda esta situación viene generando nuevas demandas educativas en el sentido de privilegiar la construcción de un paradigma capaz no sólo de atender a cuestiones epistemológicas metodológicas, sino también las cuestiones relacionadas con la naturaleza humana y su proceso evolutivo. De esta forma, la prioridad de la agenda educativa, en los próximos años, tendrá que estar dirigida no sólo hacia las cuestiones relacionadas con los procesos de construcción del conocimiento y el aprendizaje, sino también a las cuestiones afectas a la sustentabilidad ecológica, a la ciudadanía planetaria como consecuencia de la evolución del pensamiento, de la inteligencia y de la conciencia humana en una perspectiva integrada. Evidentemente, la prioridad educativa tendrá que también estar dirigida a las preguntas relativas a la interculturalidad, a la diversidad y al desarrollo pleno de la conciencia humana, pues la diversidad sustentable es, sin duda, una de las grandes preocupaciones de estos tiempos. Es esencial para la democracia fundada en la complejidad de las interacciones entre unidad y diversidad y en la comprensión de las nuevas identidades que surgen en una dinámica de naturaleza compleja. Se destaca, que por estas razones se está trabajando el tema Ecología de los saberes como son la Complejidad, transdisciplinariedad y educación. Esta elección parte de la creencia de que es preciso, no sólo reencantar la educación, sino también reinventar la generación y el soplo creativo regenerador de la propia vida, y rescatar este soplo en los más diversos ambientes educativos, para que se pueda educar a las próximas generaciones y sobrevivir como especie. Esto porque la visión que se tiene del mundo y de la vida parte de la manera en que se observa la realidad, de la manera como se conoce y se relaciona con ella. En fin, depende de la manera como se entiende la dinámica funcional de la vida, de cómo se crea el mundo a imagen y semejanza, puesto que se actúa a través de campos operacionales que son, al mismo tiempo, organizativamente cerrados, sin embargo estructuralmente abiertos y que, al mismo tiempo en que se engloban, también se restringen. De esta forma, como educadores, es necesario comenzar a enfatizar el tejido social, ecológico y planetario común a todos, acentuar las interrelaciones constitutivas de naturaleza eco-sistémica existentes entre los diferentes dominios de la naturaleza, la interdependencia entre ambiente, ser humano, pensamiento y desarrollo. Se necesita también acentuar la existencia de una cooperación global no solo en relación a los procesos cognitivos, emocionales e intelectuales, integrando razón, emoción, sentimiento, imaginación e intuición, sino también en lo que se refiere a las escalas social, ecológica y planetaria. Es por ello, que las demandas educativas no están separadas de las demandas del triángulo de la vida, es decir, de las demandas constituidas por las relaciones sociedad, individuo y naturaleza. Otro aspecto importante a destacar, en los planteamientos de Moraes, es que la ecología de los saberes se refiere a la existencia de conocimientos plurales, a la importancia del diálogo entre saber científico y humanístico, entre saber académico y saber popular proveniente de otras culturas y la necesidad de confrontarse el conocimiento científico con otros conocimientos. Pero, para ello, se necesita de un pensamiento complejo, de un pensamiento ecologizante, capaz de religar estos diferentes saberes, así como las diferentes dimensiones de la vida. Entretanto, para traspasar fronteras, para destruir barreras, para reorganizar el pensamiento humano y ecologizar los saberes es preciso un conjunto de principios teóricos y epistemológicos que tengan en cuenta este enfoque más unificado de la ciencia. Y entre estos principios, la complejidad puede ofrecer y esclarecer los caminos y estrategias de acción. En caso contrario, se continuará privilegiando sólo una multiplicidad de saberes sin que haya cualquier posibilidad de integración y de comunicación entre ellos. Por tanto, es preciso percibir que todo paradigma trae consigo explicaciones ontológicas y explicaciones epistemológicas que inducen o permiten abordajes metodológicos que privilegian enfoques más unificadores e inclusores. Esto porque sabemos que a la base de cualquier paradigma existen relaciones lógicas entre las dimensiones ontológicas, epistemológicas y metodológicas, en lo que se refiere a las teorías, principios, conceptos y nociones utilizadas y que gobiernan los diversos discursos e iluminan las diversas acciones. En líneas generales, se destaca que Moraes elabora su discurso en la época actual inmersa en la postmodernidad describiendo la realidad educativa en diferentes épocas destacando la complejidad como una guía para la comprensión de los mecanismos funcionales del pensamiento.