Sigueme

22 de abril de 2012

“Introducción al pensamiento complejo” segun Edgar Morin

En este libro Edgar Morin da a entender su punto de vista sobre el conocimiento científico, la ciencia, los modos en general mediante los cuales la sociedad esta acostumbrada a concebir la realidad. Busca explicar los modos por los cuales conocemos la realidad y los mecanismos que para ello empleamos cotidianamente. En líneas generales sostiene que nuestra visión y perspectiva con la que encaramos la realidad es simplificadora y por lo tanto sumamente mutilante, las cosas no son comprendidas en su totalidad, siempre se ven aspectos parciales y se deja de lado lo que vendría a ser la unidad total, por lo cual estamos accediendo solamente a un conocimiento parcializado. Este es el paradigma de la simplificación. Propone en base a esto introducir un nuevo formato de pensamiento, de entendimiento, un nuevo paradigma para manejarnos en el mundo, para comprender lo que nos rodea y para aplicarlo a la ciencia y a todos los aspectos de la vida. Este nuevo concepto que Morin propone introducir en nuestras vidas es el de complejidad. Según Edgar Morin, al conocimiento científico se le dio la misión (y aún hoy en día se la sigue dando) de disipar la aparente complejidad de los fenómenos, a fin de revelar el orden simple al que obedecen. El ideal del conocimiento científico clásico era descubrir, detrás de la complejidad de los fenómenos, un orden perfecto que comandara una máquina perfecta, hecha de micro-elementos reunidos en objetos y sistemas, nunca se tomo en cuenta la posibilidad del azar, lo aleatorio, ambiguo o incierto. La complejidad se ve entonces es comprendida como algo que debe ser eliminado, Morin propone exactamente lo contrario, la complejidad no dificulta las explicaciones ni obstaculiza el proceso del conocer, si no que ayuda porque permite ver las cosas en su contexto y a causa de esto permite comprender con mayor facilidad y profundidad la realidad. Morin cree en la tentativa de desarrollar un pensamiento lo menos mutilante posible y lo mas racional posible; afirma a su vez que las ideas generales no pueden ser eliminadas y terminan por reinar de forma oculta en el mundo especializado y en el conocimiento científico mismo, teniendo un rol motor y productor. La simplificación es necesaria, pero debe ser relativizada. La complejidad es después de todo la unión de la simplicidad y de la complejidad, es la unión de los procesos de simplificación que implican selección, jerarquización, separación, reducción, con los otros contra-procesos que implican la comunicación, y la articulación de aquello que esta disociado y distinguido. Vemos entonces que simplicidad y complejidad establecen relaciones antagónicas y complementarias. La complejidad integra la simplicidad y se abre sobre lo inconocible. La complejidad es tan solo el desafío, no la respuesta, se busca encontrar un modo de pensar que trascienda la complicación, la incertidumbre y las contradicciones. Además si los modos simplificadores del conocimiento mutilan más de lo que expresan, aquellos fenómenos que se pretenden dar cuenta producen más ceguera que elucidación. Lo complejo es aquello que no puede resumirse en una palabra ni en una ley, lo complejo no puede reducirse en términos de complejidad. La complejidad es una palabra problema no una palabra solución. Responde al aspecto multidimensional de la realidad pero no significa completud, ya que a cada descubrimiento que se logra surgen nuevas interrogantes y este es un proceso que continua hasta el infinito. El conocimiento completo es imposible, “la totalidad es la no-verdad”. Al lograr una certeza encuentro una nueva duda, se va generando así una brecha que nos lleva a meta-sistemas y a meta-meta-sistemas, vemos así que el conocimiento no se acaba nunca, siempre se encuentra algo nuevo que investigar, una nueva duda para investigar o los mismos viejos problemas para replantear desde distintos ángulos. Es así que una limitación en el conocimiento se transforma en una ampliación del conocimiento en un meta-sistema. El conocimiento de los límites no nos limita, si no que contrariamente amplia el panorama, al ser concientes de las limitaciones podemos expandir mucho más nuestro horizonte y podemos buscar formas de superar estos limites, que si no fueran conocidos nos terminarían obstaculizando el camino. Ningún sistema es capaz de auto-explicarse totalmente a si mismo, ni de auto-probarse totalmente. Todo sistema de pensamiento esta abierto y pasa una brecha, una apertura que necesita de un meta-sistema para ser comprendido y así hasta el infinito. El pensamiento complejo no elimina la simplicidad, estos es imposible de hacer, pero lo que trata de lograr es disminuir las consecuencias mutilantes, reduccionistas, unidimensionalistas y cegadoras. Lo complejo llama a la autocrítica, la reflexión y a la revisión. “El pensamiento complejo no es aquel que evita o suprime el desafío, sino aquel que ayuda a revelarlo e incluso, tal vez, a superarlo”. Los errores del pensamiento simplificador provienen del modo mutilante de organización del conocimiento, incapaz de reconocer y de aprehender la complejidad de lo real. El modo empleado para llegar al conocimiento selecciona datos significativos y rechaza los no significativos, une, jerarquiza y centraliza comandados según los paradigmas (principios ocultos que gobiernan nuestra visión de las cosas). Siguiendo esta forma de obtención de conocimientos llegamos a los principios de disyunción, reducción y abstracción que constituyen el “paradigma de simplificación”. Se elimina todo aquello que se considera desorden, se suprime el azar y la ambigüedad, eliminando así gran parte del fenómeno en si. El pensamiento simplificador es incapaz de concebir la conjunción de lo Uno y lo Múltiple. Este tipo de inteligencia vendrá a llamarse inteligencia ciega, ya que con la disyunción, reducción y abstracción, aísla los objetos de sus ambientes y les quita así parte de su significado, produciendo una especie de ceguera ya que no podemos ver las cosas como realmente son. Esta inteligencia no puede tampoco concebir el lazo inseparable entre el observador y la cosa observada. La ciencia se ha vuelto ciega por su incapacidad de controlar, prever, e incluso concebir su rol social, y por su incapacidad de integrar, articular, y reflexionar sus propios conocimientos. Un ejemplo de esta situación sería lo que ocurre en la medicina, cada especialista se centra en un área determinada dejando de lado todo el resto de la persona, ya sea otras partes del cuerpo, o el aspecto psíquico o espiritual. De este modo el especialista no puede ver el problema en toda su complejidad y probablemente no pueda llegar a un diagnostico cierto porque carece de información de otros aspectos. Es por esto que Morin propone también la interdisciplina para poder tener una visión total que contenga aspectos físicos, biológicos y antropológicos. Este tipo de conocimiento trae consigo ignorancia, y esta es ignorada. Es por esto que se hace necesario el cambio de paradigmas, ya que este reduccionismo se paga en los fenómenos humanos, políticos, sociológicos, económicos, etc. Se necesita de un pensamiento complejo, donde se comprenda el desorden, la ambigüedad, y la incertidumbre presente en lo complejo. Hay que sustituir el paradigma de disyunción/reducción/unidimencialización por un paradigma de distinción/ conjunción que permita distinguir sin desarticular y asociar sin identificar o reducir. El hombre debe entonces ser reincorporado a la naturaleza, no para reducirlo, sino para distinguirlo, reconociendo su complejidad en beneficio propio. El hombre es una complejidad que se encuentra en la banda media, es decir entre microfísica y macrofísica. La microfísica revelo la interdependencia entre sujeto y objeto y la macrofisica unía en una misma entidad conceptos heterogéneos de tiempo y espacio que destruía todos nuestros conceptos por ser llevados más allá de la velocidad de la luz. Lo simple es un pasaje, un momento entre las complejidades. Morin para desarrollar toda su teoría se basa en la teoría sistémica, en la cibernética y en la teoría de la información. La teoría de sistemas comprende como sistema a una asociación combinatoria de elementos diferentes, donde el todo no se reduce a la suma de las partes, por lo cual es una unidad compleja. Se plantean aquí los sistemas abiertos, que son aquellos que dependen de una alimentación exterior, no solo material-energética, sino también organizacional-informacional, se encuentran en permanente intercambio y comunicación con su ambiente. El sistema no se puede comprender entonces si no es en relación a su ambiente, el contexto incide sobre el sistema en todo momento, en cambio los sistemas cerrados mantienen equilibrio interno y no dependen del ambiente En estos sistemas abiertos el desequilibrio es compensado con el dinamismo que estabiliza mediante una continua regeneración. Conviven entonces el orden, el desorden y la organización. Las estructuras se mantienen mientras los constituyentes cambian. El sistema debe cerrarse al mundo exterior a fin de mantener sus estructuras y su medio interno que, si no, se desintegrarían. Pero es su apertura lo que permite su clausura. La realidad esta entonces tanto en el vínculo como en la distinción entre el sistema abierto y el ambiente. En cuanto a la información, esta tiene un lado comunicación y un lado estadístico. Las informaciones no existen en el universo, las extraemos de la naturaleza, las informaciones existen desde el momento en que los seres vivientes se comunican entre ellos e interpretan sus signos. Antes de la vida no existe la información, ya que esta supone la computación viviente. El concepto de información en Cibernética se relaciona con la comunicación de mensajes y este concepto es trasladado al hombre haciendo referencia al ADN que contiene toda la información de nuestro cuerpo, y orienta y gobierna las acciones metabólicas de nuestro cuerpo. Así la información puede ser comprendida en la persona, esta información es inseparable de la organización y la complejidad biológica, la organización no puede ser reducida a leyes lineales y principios simples ya que constantemente depende de idas y venidas entre las categorías de orden, desorden y organización. A la organización viviente se la llama auto-organización, esta compuesta por componentes poco fiables e inestables como son las células que constantemente mueren y se regeneran, dando sin embargo un conjunto muy confiable. A diferencia de la maquina que tiene componentes muy confiables pero si uno falla cae todo el sistema. Lo que notamos entonces es que el humano tiene la capacidad de reorganizarse y si se reorganiza es porque parte de alguna forma de un estado de desorden. Se presenta un lazo entre desorganización y organización compleja. La desorganización es la entropía y la reorganización es la neguentropía, ambos conceptos llevan a la dinámica constante del ser humano. La lógica de la complejidad afirma entonces que las cosas se organizan por su misma desorganización. Orden y desorden llegan a una especie de armonía donde se complementan y permiten el correcto funcionamiento de la organización viviente. El orden es todo aquello que es repetición, constancia, invariabilidad, todo aquello que puede ser puesto bajo la dependencia de una ley. El desorden es todo aquello que es irregularidad, desviación con respecto a una estructura dada, elemento aleatorio, imprevisibilidad. El universo necesita de ambos elementos para funcionar, ya que en el puro orden no habría innovación, creación ni evolución; y en el puro desorden no habría ningún elemento sobre el cual fundar una organización. Toda organización tiende a degradarse y desintegrarse y la solución se encuentra en la constante renovación y regeneración. La organización viviente no es tan solo auto-organizadora, sino también auto-eco-organizadora, ya que no puede bastarse por si misma, son sistemas abiertos ya que la organización en si no depende solamente del organismo sino que para poder organizarse debe tomar en cuenta el contexto social, cultural, hereditario, biológico entre otros factores. El ambiente esta dentro de el y juego un rol organizador. El sistema auto-organizado se desprende del ambiente y se distingue de el, y de allí su autonomía y su individualidad, se liga tanto mas a ese ambiente al incrementar la apertura y el intercambio que acompañan a toso progreso de la complejidad es por esto auto-eco-organizador. La relación con el medio presenta gran complejidad, pero cada ser en si mismo es complejo de por si ya que debe responder a múltiples identidades, o múltiples roles y personalidades de esta manera se representa lo complejo en lo cotidiano. Por ejemplo una mujer que esta casada, tiene 2 hijos, es dueña de un local comercial y profesora de Lengua debe responder a roles de: esposa, madre, jefa y profesora; y en cada uno de estos roles deberá desempeñarse de una cierta forma particular, con distintos modos para adecuarse a cada situación. Y a la vez todas estas identidades pertenecen a una misma persona por lo que vemos la complejidad presente en ella, y en cada uno de nosotros. Y no solo esto, sino que a lo largo del tiempo nos vamos transformando, vamos cambiando nuestras características y nuestros roles. Somos tan complejos que hay muchas veces que nos engañamos a nosotros mismos, cuando solo prestamos atención o consideramos algunas partes de nuestro ser, dejando fuera muchas otras que también son parte nuestra y esto se debe a nuestra gran complejidad que es difícil de abarcar de forma completa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario